FILOSOFÍA DESDE AMÉRICA LATINA:
UN MARCO CATEGORIAL PARA “PENSAR” DESDE LA EXTERIORIDAD.
Para poder “pensar”, desde Platón
y Aristóteles hasta Heidegger o Gadamer, es preciso tener un marco categorial
de carácter filosófico. El concepto categoría fue expuesto por Aristóteles: y
se refiere a las atribuciones que a un “reo” se le hacían en un juicio público.
Así, categorías son atribuciones que se hacen “a la realidad”. Lo que diferencia
el discurso mítico del discurso filosófico es la diferente forma de hacer esas
atribuciones, o “categorías”. Mientras el discurso mítico es un discurso “narratológico”,
cuya sintaxis se establece el virtud del “kai logos” (quiere decir que es un
discurso del “y”, “y después”, “y luego” (diacrónicos): “y luego” Zeus lanzó un
rayo, “y después” los moros invadieron la península, “y luego” creó a los
animales, ”y luego” se ganó la batalla de Guadalete) que solo es asumible desde el discurso del
Poder y la Autoridad, el discurso filosófico se nutre de otras sintaxis “categorial”. Por eso es difícil poder entender a alguien cuando tiene “categorías” o “atribuciones
a la realidad” que son filosóficas y que son vistas desde el plano narratológico: del mito
o de los mitos (relatos asumidos y contados desde la autoridad). La sintaxis
categorial filosófica tiene una multitud de “enlaces” sintácticos (sincrónicos),
y no solo el “y luego, y después” (diacrónicos) del mito: la sintaxis
filosófica cosiste en una atribución sistemática y coherente que se constituyen
“en verdad” no por la autoridad exterior que se la atribuya, sino en el propio
sistema de referencias y enlances que él propio marco se establece. Así pues,
Platón estableció un marco categorial filosófico, que fue atacado por
Aristóteles, que elaboró otro marco categorial, y así es como se ha ido
desarrollando la filosofía: atribuciones “a la realidad” de carácter sincrónico.
Eso fue Descartes, Kant, Heidegger. Pues bien, en este maravilloso curso del
filósofo Enrique Dussel se establecen las categorías de comprensión del mundo
actual desde lo que él llamó la “Filosofía de la Liberación”. Una filosofía
universal, pues sirve para comprender el mundo desde “la exterioridad” de la
totalidad y que permite salir del “eurocentrismo” que se constituye ya en mito.
Un curso maravilloso y recomendable.
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