El octogenario
filósofo Enrique Dussel está ofreciendo un curso y seminario abierto
de su filosofía para estudiantes de la UNAM. Pero que puede ser visto,
en tiempo real, por todos los interesados. La singularidad de las clases
de Enrique Dussel es que no estamos viendo las clases de un
“comentador” o de un “profesor” erudito institucionalizado. Lo que vemos
en sus clases es, directamente, a “un filósofo” explicando su
filosofía. Tiene la singularidad, pues, que no es una exposición sobre
lo que dijo aquel o éste, sino que es una exposición del “marco
categorial” que él mismo está elaborando: es, pues, filosofía en acción.
Es como ver a Aristóteles, a Hegel, a Schelling, a Heidegger, a Ricoeur
o a uno de “los grandes” en vivo y en directo. Y es que la filosofía
son textos, efectivamente, pero como ya enseñó Platón en las doctrinas
no escritas, es en la oralidad donde adquiere toda su potencia y
engranaje: es el contacto de “humano” a “humano”. Y que gracias a estos
vídeos se pueden comunicar en directo y en tiempo real. La virtualidad
que tiene es que, primero, sabe lo que investiga y, segundo, sabe cómo
lo hace, sabiendo de antemano cual o cuales son las preguntas de su
investigación. Doctorado en la Sorbona, UCM y en Alemania, en Historia,
Filosofía y Teología. Dussel estuvo en Israel durando dos años, y
recorrió oriente medio. Mientras enseñaba en Argentina recibió un ataque
terrorista con bomba por peronistas de extrema-derecha, como
consecuencia de exponer el pensamiento de Marx, y su vida amenazada. Se
exilió a México, y allí inició sus investigaciones en torno a un común
denominador: elaborar una filosofía latinoamericana desde la
exterioridad. Sus influencias son formidables: la fenomenología, el
cristianismo, el pensamiento semita, el marxismo, la ontología
heideggeriana, el pensamiento de Emanuel Levinás y “la teoría de la
dependencia”. Ha sido el creador de una filosofía universal formidable,
pues está poniendo en tela de juicio el relato hecho desde “el centro”
de la Historia. Así, está ofreciendo una vuelta de tuerca desde “fuera”,
desde los países periféricos en situación de dependencia económica. Con
él se explican términos como “Capital”, “Totalidad”, ”exterioridad”,
”ser”, “ente”, ”ontología”, ”fenomenología”, “categoría”,
“subjetualidad”, “epistemología” (lo que él llama "giro epsitemológico")
con tal grado de sencillez, pero de profundidad, que se advierte
claramente que la filosofía no es un “lenguaje arcano y misterioso” que
no se preocupe de los problemas reales del aquí y del ahora; sino que
más bien su función es explicar “el mundo” bajo un marco teórico. Y
siguiendo la tesis de Marx, saber para conocer, pero para tener presente
una “praxis”. Cuando la praxis es necesaria por ser un postulado ético
milenario nacido de los juicios de Osiris, base del pensamiento semita:
dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, y dar vestido a
desnudo. Así está nutriendo una obra tremenda, que nace con la
investigación de las raices de occidente, como una sintesis "helénica" y
"semita" que se tralada a América Latina por medio de "los
conquistadores". Trabaja el cristianismo con obras sobre Pablode Tarso
Para Dussel 1492 fue el comienzo de "la modernidad", y lo describió como
el "encubrimiento del otro". Siendo un gran fenomenólogo, la obra de
Levinás, "Totalidad e Infinito", le abrió las puertas para indagar "la
exterioridad" y, posteriormente, trabajó Marx con el objeto de conocer
los motivos de la pobreza de en América Latina. Descubriendo un Marx
desconocido y teólogo ya fundamental para la doctrina de la teología de
la liberación.
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