Por regla general se suele leer “El príncipe” y no así la que a mí me
parece mejor obra: los “Discursos de la primera década de Tito Livio”.
En estos momentos estoy leyendo esa obra y me está haciendo ver a
Maquiavelo de otro modo. Además, estoy disfrutando más con esta lectura
que con aquella. En “El príncipe” la lectura me parece más enrevesada;
así que dejé de darle menos importancia a la teoría política
que él pudiera haber y a disfrutar con los ejemplos que ponía de la
política italiana. En eso sÍ me pareció interesante, pues recordé la
película de “El padrino” de Coppola. Efectivamente, “El príncipe” no es
otra cosa que los modos “italianos” o mafiosos de mantener el poder: ser
amado por los tuyos o, a lo más, ser temido; nunca ser odiado. Y, a la
vez, liquidar a todos los enemigos en una orgía de sangre si es
necesario; la fortaleza o virtud consiste en eso: saber tomar la
decisión apropiada en el momento justo, pero teniendo claro que el
objetivo es mantener el principado, el Poder, y no perderlo. En cambio
en “Discursos sobre la primera década de Tito Livio” nos encontramos con
un Maquiavelo diferente: a mí me parece más didáctico e instructivo y,
aunque guarde rasgos y principios de ese Maquiavelo de “El príncipe”,
Maquiavelo se presenta como no tan inmoral y más republicano. Lo que
sí he comprobado al leer estos primeros capítulos, además, es que
Maquiavelo, en esta obra, tuvo que ofrecer influencia en Nietzsche e
incluso en Marx; sobre el origen aristocrático y guerrero de la moral
así como de la “voluntad de Poder” para con Nietzsche no me parece dudar
que está extraído en estos “Discursos sore la primera década de Tito
Livio”; y sobre Marx, la teoría de los dos “humores” ( Pág 39. Gredos)
así como la tesis de conflicto en Roma y la creación de los tribunos de
la plebe, veo que Marx lo tuvo muy en cuenta para escribir “El
manifiesto comunista”. Seguiré avanzando en su lectura, pero sin lugar a
dudas, la estoy disfrutando más.
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