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Es difícil sacar de los textos a lo que es lo referido
y distinguir formalmente lo que es un texto filosófico o no. Anaximandro
escribió por primera vez en prosa: pero no sabemos si las formas gnómicas, o Píndaro,
son textos filosóficos. Hay la misma indistinción con la historiografía de
Hecateo o Herodoto. Hay, pues, una profusión de discursos y reflexiones.
¿Qué es lo que distingue el texto filosófico?
El gesto filosófico es el que ofrece la
legitimidad que apela a la episteme, la verdad. El lugar del arché en la
soberanía de la naturaleza: a la physis. No al acuerdo o voluntad de los
hombres, y no a la legitimidad y atribución de la soberanía de los dioses.
Crítica al positivismo.
El positivismo hace un gozne lineal en Sócrates
de un antes y un después. Es una visión absurda: los presocráticos ocupan tres
generaciones y la última son contemporáneos de Sócrates y Platón. Los presocráticos
son un proceso histórico largo, desde el siglo VI hasta la ilustración griega
en el siglo V. Los signos propios de los enunciados que permiten observar el
gesto filosófico frente a otros gestos: frente al divino (dioses) y el de la ilustración
sofista (humanos). Lo filosófico no es lo divino ni lo humano: es el logos de
la physis como soberano. Y verlo frente, y delimitando con más precisión, a
como se ha hecho en el siglo XX. La historiografía positivista, desde los años
30 del siglo XX, antes desde el siglo XIX, de lo que tratan es de establecer un
mitológico paso del mito al logos. Cosa que no es cierta: no hubo un
infantilismo de la cultura y una posterior implantación de la racionalidad. Lo
que hubo es otra cosa más interesante, y con lo que se comprenderá qué es el gesto
filosófico. La filosofía no es democrática ni es teocrática: considera que el
gobierno de las cosas está en el desvelamiento del logos de la physis: el
gobierno de los reyes-filósofos que lo desvelen y descubran ese logos.
Críticos del positivismo, como responsables de
una interpretación fueron
1.-
Heidegger y 2.- Cornford
1.- Heidegger concibe la historia del pensar como
determinada por el cumplimiento de etapas necesarias, y de equivocaciones y
errores, y solicita un retorno al principio. La revisión o vuelta o torsión del
ejercicio del pensar para estar a la altura de las necesidades y pensar el
hecho de la metafísica. Llegado al final de las posibilidades de la filosofía
como conceptualización del mundo achacando de ello a Platón, en lo que se
pierde es un sentido originario –y llegado a un final que consuma las
posibilidades civilizadoras-. Heidegger se pregunta por el inicio de ese error
y de ese camino. Y usa a Nietzsche como que la elección de camino fue la
Voluntad de Poder. Y con nuevos ojos volver a los presocráticos para volver a
un tiempo nuevo. ¿Puede interpretarse a los presocráticos como los que
iniciaron el camino de desvelamiento del ser y que luego se erró el camino? De
esto no solo habló Heidegger, de vuelta al origen. Esta literatura es deudora
de “La decadencia de Occidente” de Spengler: la civilización se colapsó con la 1ª
Guerra Mundial. Y según él hay que situar un nuevo espíritu, y Spengler lo ve,
en la primera edición del libro, en la Rusia soviética. En la segunda edición
ve a otro sujeto histórico. Se diagnostica, pues, el final de la cultura de
occidente. Spengler ganó el primer premio Nietzsche: La segunda edición se
olvida de la unión soviética, pues los eslavos son muy colectivistas, sino que
el renacer de una cultura debe producirse tomando como sujeto al pueblo alemán.
Heidegger, que no es ajeno a este lenguaje piensa que la metafísica
desarrollada, desarrollo tecnológico como expresión de forma de entender el
mundo como fragmentaciones conceptuales y determinaciones que traducen la
voluntad de poder está acabada, en una interpretación spengleriana, y que hay
que ir al inicio y a los presocráticos como nuevos profetas de un tiempo nuevo
para un renacer de la cultura en una nueva ontología y una nueva manera de ver
el mundo. En Heidegger este planteamiento tenía sentido por la sensación de
colapso tras la guerra mundial, pero venía de antes –en los entornos del siglo
XIX, con Virgina Woolf por ejemplo-. Las reglas han representado la caída del
Yo subjetivo y la no solución del Yo colectivo, como un Yo anónimo. En 1920, en Estados Unidos, en obras sobre la gente acomodaticia que no se plantea
problemas: colapso y vuelta. Se pensaba en el final de una forma de cultura y
el colapso de ella, una necesidad de repensarlo todo, y según a Heidegger volver
a los pre-socráticos –príncipes de la inocencia- antes del error del
pensamiento: cuando la conceptualización fue de la mano de la voluntad de
poder. Según Racionero este gesto no tiene sentido. La línea heideggeriana del
regreso a la inocencia debe ser criticada. Los presocráticos son los creadores
del gesto enunciativo que debe ser interpretado al margen de la situación
contemporánea: no se pueden reproducir gestos arcaicos. Son intrasmisibles, en
opinión de Racionero. No son contemporáneos, son muy distantes. Ciertamente pusieron
en marcha el movimiento del gesto filosófico, pero son otra cosa.
2.- La interpretación de Cornford, más simpática
para Racionero que el dramatismo heideggeriano. Para estudiar a los
presocráticos el modelo de paso del mito al Logos. Pues había otro mito, con
caracteres de narración: la unidad de lo divino como unidad de la explicación
racional por el Logos. Aunque debe ser impugnado por 1) pensar que en la filosofía
de los presocráticos hay un gesto unificado tal que de una narración teológica
pluralista y agraria se pasa a una narración teológica diferente y unitarista y
ciudadana. Pensar que en esos testimonios presocráticos lo que se ve ejecutar
es un tránsito desde una civilización no ciudadana a una civilización de la
polis. No como un discurso de la narración: de una teología de la polis. Sin
embargo la filosofía es un gesto entre otros gestos superpuestos. En Cormford
no aparece la ilustración humanista retórica, ni la lírica-poética del discurso
de las divinidades. No se pueden mirar los presocráticos como contemporáneo
pero no se puede decir que la filosofía sola sirve para identificar con una
narración legitimadora de la polis, sino que aparece polémica constituida y
diversificada y en ello vamos a estudiar cual es el gesto filosófico.
La tesis racionero es la que ofreció en otras clases
anteriores. La filosofía es un gesto peculiar en polémica sobre el arché y
explicaciones de la polis en lo divino y en lo político-retórico. ¿Qué es el
arché de la physis? La soberanía de la naturaleza.
Los presocráticos son una nostalgia de la soberanía
unificada micénica: cuando la sabiduría era definida por el rey. Así, todos los
presocráticos son reyes. Incluso Heráclito, que renunció a la condición de rey,
por la perversidad de los hombres y por la mala constitución de las leyes,
delegando en su hermano. Intentan separar la soberanía de los dioses y de los
hombres. Sino que la filosofía es volver a juntar el arché en la unidad de los
sabios-reyes. Así lo dice Píndaro. La filosofía es de los profetas: los que ven
por anticipado y poseen la mantica. El recuerdo de una sabiduría unificada en
el rey, como imagen del filósofo. Tienen a favor la institución histórica: el
discurso de los reyes, y nostalgia de la sabiduría unificada. De un tiempo
donde había sophía, sabios. Una restauración aunque sea en tentativa. Que quien
mande sea la naturaleza: ni los dioses ni los hombres. Por eso luego se
confundió arché por principio de la physis. Los filósofos querían que el arché,
el mando, fuera de la physis. Y por tanto de su episteme, de su conocimiento.
Physis viene de phyo: lo que hace nacer y morir. Y que sostiene ese tiempo: lo
que sostiene la entidad. ARIST. 1.5 (metafísica) también lo dice: eso significa
el arché. La bobada de los positivistas de decir que arché es principio.
Imposibilidad de entender nada, pues. Aristóteles dice que el arché es a lo que
se va y lo que se vuelve y en el centro está su sustancia. La idea de que hay
un poder de crear y sostener lo que las cosas (entidades) son. Y con función de
la soberanía: compresión exacta que lo que determina la reconstrucción de la
organización para la polis no puede ser la voluntad de dioses (poesía-teatro) o
de los hombres (retórica) sino el ejercicio completo de lo que nace, surge, se subsiste
y muere en el ciclo de la naturaleza como acto soberano y que se expresa en un
Logos. Y que eso pueda ser declarado mediante un acto profético y declarativo
con la utilización del Logos. ESE ES EL GESTO FILOSÓFICO. Sentido de un pálpito
inicial que abre un universo. En textos que identificamos como filosóficos que
no apelan a la religión o el discurso entre los hombres.
1.) Thales
de Mileto inicia el gesto. Aristóteles no los reconstruye bien. Es balbuciente
el gesto, pero claro. Thales es un rey que da leyes; un tirano que suspende la
fragmentación del arché en los logoi: Que suspende los discursos. Es Simplico
quien recoge la tradición, pues no tenemos ningún texto específico de Thales.
El arché de la physis es el agua, como atributo de una legalidad natural, que
no depende de los dioses ni de los hombres. Un propio sistema en el que la
realidad nace y desaparece. “Todo está lleno de dioses: esto es lo divino “Todo
está lleno de lo divino”. Los dioses desaparecen de lo divino. Lo divino es la
physis: la naturaleza, que se apropia de lo divino, como ley natural, soberanía
de la naturaleza. No hay voluntad de los dioses, pues.
2.) En
Anaximandro es lo to apeiron. Lo indefinido, lo indeterminado, lo infinito. En
un griego arcaizante: la culpa que engendra la generación que se pega por una
antapodoxis, devolución o entrega obligada, a lo apeiron. Aquí se ve no otra
cosa que siendo la explicación aquello que explora la soberanía de lo natural
aclara la posibilidad del nacimiento y el regreso bajo las condiciones que ajusta
y identifica la totalidad de la justicia. Insisto en la naturaleza: reparación
de la culpa. Concepto de legalidad natural sobre el que se reconstruye la
legalidad de los hombres.
3.) Anaxímenes.
Lo atribuye al aire. Explicación naturalista a la concepción de la soberanía de
la naturaleza. En él debe verse el origen y el retorno.
Los jonios, VI y VII, próximo oriente, son colonias
más antiguas. Después de la destrucción de los micénicos: y huida, pues, de
procesos revolucionarios en su colapso. Son muy antiguas y su origen es el de
la destrucción de los reinos micénicos, y que tratan de reconstruir ese pasado.
Por eso aparece allí…
y aparece
Heráclito.
Heráclito critica a Pitágoras. Pitágoras tuvo que
emigrar, pero era rey también. Emigró a Crotona y Metaponto. Y en el fragmento
15 dice Heráclito de Pitágoras: el que se cree más sabio que nadie. Y tienen
una falta sabiduría. Un saber de muchas cosas: polimatía. Heráclito es saber de
una sola cosa: de lo divino, del logos. Y Heráclito habla como los oráculos. La
filosofía antigua. No es literatura gnómica que da consejos. Que desprecia la
forma primaria de democracia, por la que Pitágoras tuvo que salir como tirano
de Éfeso, que era la primera forma de democracia. La filosofía huye de la
democracia: eso hacen Pitágoras y Heráclito. En Heráclito con fragmentos:
1) Soberanía
de la physis: mutabilidad de la realidad y con orden estructurado por oposición
de opuestos. Un orden estructurado temporal, en tiempo realizado o aión, tiempo
del acontecer, tiempo realizado, no el tiempo cosmológico. Organizado por pares
que se oponen: Noche-día, calor-frío. Esa estructura de pares, declara, revela
desvela, des-oculta - aletheim-, lo que el autor quiere decir: que el arché de la
physis es, y solo es, una forma declarativa identificada al logos asignada a la
naturaleza. El logos no es un discurso sino que es la palabra el discurso de la
naturaleza, la palabra de ella. Podemos percibir esa variabilidad, pero es el
logos propio de la naturaleza y propio de la Physis, no de los hombres. El logos
es de la naturaleza, y unifica la totalidad de los fenómenos naturales, como el
fuego. El logos es uno de las variaciones; las variaciones se definen por el
decir del logos que pertenecen a la physis. Queda constituida la filosofía con
Heráclito. En fin, se repite: el hecho enunciativo, el Logos, lo es de la
naturaleza. Y queda implícito que solo un discurso ajustado a ese logos que puede
ser adecuado. Y se inicia un debate con Pitágoras. Como una intuición.
Y en Pitágoras ¿Qué es la
noción de número?
2) Pitágoras,
sin embargo, como par agonístico, enfrentado a Heráclito; enseñanza oral de
Pitágoras, no hay referencias, ni siquiera en Jámblico. Sus doctrinas eran, a
través de testimonios del pitagorismo medio contemporáneos de Platón –donde surgió
la palabra filosofía-: Pitágoras en polémica con Heráclito: Es necesario
entender que el enunciado no corresponde ni a los dioses ni a los hombres: es
un ajuste en la naturaleza. ¿Dónde está el problema? Heráclito cree –lo ve así
Heidegger- que es una intuición pura, brotando de lo naturaleza, que se desvela
en lo natural. Pitágoras dice que esto no es así: que el Logos no se da en la
imagen intuitiva de la naturaleza, sino que el Logos es un instrumento construido,
y no corresponde a una entidad física, sino que se articula y construye como
Logos, distinguiéndose de la naturaleza, pero que es capaz de declarar lo
natural y declarárselo al sabio: y esto es la noción del número. Un Logos que desvela per se o, por contrario,
debe ser pensado como un carácter enunciativo capaz de expresar la realidad
física como mediación. Se debe organizar por leyes naturales: un logos directo
no intuitivo sino pensado como carácter enunciativo que puede expresar esa
realidad física como un intermedio o ajuste a la naturaleza. El pitagorismo
tuvo influencia del orfismo: idea de que hay un principio vital en los hombres
que habitan en los cuerpos como una cárcel; nos interesa menos. Nos interesa
analizar la herencia propia de los primeros filósofos. Nació bifronte entre
Heráclito y Pitágoras.
1) Como atributo de la
naturaleza directo. Las leyes físicas se imponen a la naturaleza: Logos de la
Physis o
2) como lenguaje de la naturaleza, pero
lenguaje, que media con la naturaleza: con el número.
El futuro de la filosofía se
determinará por estas dos situaciones.
Platón era pitagórico: hasta
donde pueden llegar los discursos y por tanto Platón es 2) y Aristóteles un
continuador de 1): los enunciados son enunciados de la naturaleza.
Para que la filosofía se instituya deben pasar
acontecimientos y batirse en armas con lo divino y lo retórico: por eso se
asesina a Sócrates o Anaxágoras, por peligroso. Que la naturaleza se imponga a
los hombres.
Parménides
va contra ambos, contra Heráclito y con Pitágoras. Y es fundamental: pues con
él se inicia propiamente la Filosofía. Para la próxima clase.
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