miércoles, 16 de febrero de 2011

Ensayo Político e histórico: PSOE como continuismo errático y seguidísmo. El PSOE en la política española después de la Transición.

Las legitimidades de la Guerra. Modelo de transición.

Unamuno se equivocaba cuando decía que España era Africana, habida cuenta de la lección que están dando en el mediterráneo. La realidad española de la llamada “transición” era muy otra. La presunta legitimidad del dictador venía impuesta por la Espada y la victoria en la última Cruzada cristiana, tejida en la contrarreforma, pero sustancialmente medieval del siglo XX: la española. La legitimidad de un General en la victoria y un ejército a su mando. Por eso el traspaso de legitimidades de la Guerra Civil (la victoria) hubo de ser a otro General de todos los ejércitos: el rey. En último término lo que triunfa es la idea cristiana frente al deicidio, por eso, cuando hablamos de Medioevo en el mundo árabe, por ejemplo, habíamos de mirarnos al ombligo.
Por qué me politicé



“…en un Estado que se llama aconfesional, hay más colegios de curas pagados con dinero público de los que había en 1975, y más niños en ellos. Sin duda esa es una de las herencias más negativas del franquismo.” Yo creo que ese es uno de los motivos por los que me politicé, que fue hace bien poco, pues yo nací después de muerto Franco, y es el cambio que advertí, a peor si cabe a día de hoy. La pregunta al porqué de esa realidad es la hizo que me interesara; pues al no vivir el franquismo en su momento, empecé a vivir en un mundo que estaba contaminado profusamente por él.
La transición como continuismo


Me imagino que la transición no se pudo hacer de otro modo a como se hizo. He escuchado a Carrillo defenderla a capa y espada, y posiblemente sea acaso que él quería participar en el pastel del reparto, pensando en su papel moral, como único opositor con efectividad, le valdrían numerosos votos. Los avances sociales y políticos de España han sido numerosos, habida cuenta de que no era más que un país occidental en la Europa del Mercado Único; la transición se hizo pensando en eso, entre otras cosas; pues las empresas más importantes, propiedad del entramado opusdeísta, tenían necesidad de liberalizaciones económicas y de entrar en la Unión económica. Yo, aparentemente, he vivido una infancia y una juventud esplendorosa en la historia de España, en cuanto a bienes materiales y servicios y seguridad; pero creo que todo ha sido un “continuismo”, que los socialistas han entrado al juego del sistema oligocrático de partidos. Y, si bien siendo ciertos los avances que señala, observo tan grandes déficit democráticos en las limitaciones al Poder de los partidos que todo el sistema me chirría. Y no me valen los avances materiales si no van aparejado de un sistema de contrapesos al poder; pues, si antes la clase política de franquismo hacía y deshacía, ahora esa misma clase hace y deshace con igual fruición que entonces. Las cacerías que nos mostraba Berlanga en la escopeta nacional continúan en cada partido, mendigando prebendas, una alcaldía, una consejería, una puesto de libre designación. Y eso, para un ciudadano interesado en la política, pero que no es político en el sentido “profesional” del término, que no vive de ello vamos, es una fechoría que no es de recibo. Y en ello participan tanto “sociatas” como “peperos”, que es como yo entiendo esos despectivos sustantivos: el régimen de clientelas y prebendas de carácter “caciquil” que existen en los partidos.
Avances materiales frente a continuismo no democrático


No tengo tan claro que los avances que se señalan sean debidos a la gestión política del PSOE; como a la situación geopolítica española en el mapa del fin del siglo XXI. Pegada a Europa, triunfante el modelo capitalista de empresa privada; protegida Europa por Estados Unidos, inventado Estado de Bienestar y Social, economía mixta de mercado, como alternativa al modelo de producción soviético y otros factores económicos, como es, fundamentalmente, el ser lugar de vacaciones y de viajes para europeos del centro. El sistema político creado durante la transición se montó, precisamente, para eso.

Cómo se llevó a cabo la transición

Lo que hoy tenemos es un pacto entre la clase política del franquismo para continuar en el Poder y la oposición democrática para repartírselo entre ellos; pactando un régimen de salto, hacia atrás, de la oligarquía, instaurando la Restauración; y tratando de expulsar al PCE con un régimen electoral que beneficia a los partidos nacionalistas periféricos de carácter conservador: Uno por rendirse en Santoña (PNV), y otro por colaborar (Lliga). Es por tanto continuismo del franquismo con Reformas: una carta otorgada por la clase política, por más que fuera votada (en aquella época, muerto Franco, se hubiera votado hasta las guías telefónicas), para otorgar unas libertades públicas y políticas a cambio de un reparto de poder entre los Jefes de cada grupo que negociaba. En especial de los “reformistas” del régimen más franquistas (Fraga y compañía), “reformistas” del régimen liberales y democristianos y socialdemócratas, que fundaran UCD, y reformistas del régimen “socialdemócratas”, en un cacao, que imponen a Isidoro en Surresnes, todo manejado por la Iglesia y, en especial, en núcleo duro en el Opus, y el blando en las empresas colaborando con CCOO (En aquellas épocas del concilio vaticano y de conflictos en centro América marxismo e iglesia no eran irreconciliables)

Debate ideológico en la Izquierda


Es que yo creo que el debate ideológico es fundamental en política. Y de esos solemos olvidarnos. La izquierda anda errabunda, y las derechas andan claramente triunfantes, tras el modelo de mundo que han desarrollado. Las ideas de izquierda o son globales, internacionales o mundiales, o, tal vez, no sean. Hay que volver una y otra vez sobre la cuestión de la propiedad de los recursos financieros y naturales mundiales, de las posibilidades de comunicación e información sin precedentes en el mundo, del respeto a todas las culturas, de la educación, de Derechos Humanos, pero sobre todo de la limitación a todo Poder. La situación, por ahora, es difícil, habida cuenta del poder militar terrible que posee Estados Unidos y la copia del modelos seguida en India y China, y parte de Asia. Entramos en un mundo hiper-tecnológico que, esperemos, redunden no en lo que ha generado nuestra civilización, cual es el terrorismo de estado en nombre del Bien.

La clase política como suplantación de la sociedad civil en el Poder. Las clientelas como tradición española



No creo en “la clase política”, en cierto modo nunca he creído en ella. Respeto su actitud por querer participar de los asuntos público; pero prefiero al ciudadano que, sin ser profesional, participa en ella, del modo que sea. Nunca he terminado de ver del todo bien ese don de gentes que se gastan para la clientelas. Sé que esta es una arma de doble filo, pues como afirma Pedro, el desencanto sobre ella produce realidades negativas. Cuando veo a un político dar manos, sonreír, saludar, reír, cuchichear, asegurar, prometer, llevar de la mano se que, lo que hay, es un oportunista, un trepa, un hipócrita; cuando veo a un hombre preocuparse por su familia, por sus amigos, por una buena tertulia, en un trabajo digno que aporta algo, que educa a sus hijos y les trata con respeto, como a su compañera/o. Es ahí donde veo un político. No se puede comparar lo uno con lo otro. Se diría que “la clase política” es necesaria, tal vez sí. Pero si sus objetivos no son los que se he escrito más arriba, no sirven para su función. Que el desprestigio de “la clase política” pueda degenerar en populismo, es algo de todos sabidos. El caso de Italia es ejemplar: la contienda entre democracia-cristiana y la izquierda, si no me equivoco, produjo ese desencanto. Pero no, no me gusta el don de gentes de “la clase política”. Como superar ese abismo entre “la clase política” y el “político ciudadano” sea quizá uno de los retos más complicados, pero más necesarios. Una forma es la “educación”, pero eso a la clase política no le va a interesar cambiar, como vemos. ¿Cómo gestionar un cambio de valores?… Es ahí donde la clase política debe batirse el cobre. Y, tal como está montado el “instalache” es poco plausible que esto sea posible por ahora.
Los palos del chozo en el PSOE.

Para una regeneración democrática tal vez sea necesario que al PSOE se le caigan todos los palos del chozo. La gente joven está estupidizada; no entiende de la misa la media; y la que se avecina con el PP de ideólogos potentes que son. Al PSOE se le está bien empleada, y tarde o temprano, pagarán por su participación en el régimen no democrático que tenemos. Lo peor es que los que más pagaremos seremos otros.
Deriva en el PSOE


No el PSOE va a la deriva, y no tiene defensa posible; la gestión de la crisis ha sido pésima, su participación en el sistema de clientelas y de prebendas, las camadas de nuevos trepas de partido, su participación en el pastel de cargos políticos… en definitiva, su comportamiento errático en política -una vez más- precisa un escarmiento. La izquierda española lleva años de deriva; y es que históricamente, no ha sido de otra manera. Cómo superar ese bache es fundamental; tendrá que venir la debacle tal vez, que nos dejen el país hecho unos zorros y que se arme ideológicamente, sobre todo. La izquierda o tiene un comportamiento moral, o no es. Y es en la moralidad donde hay que avanzar. Cosa que se ha tenido muy olvidada. Digo yo.
Los ciudadanos: tábanos del Poder
las disciplinas y defensas de partido, para los políticos. Los ciudadanos políticos hemos de ser tábanos. Constantemente tábanos del Poder.

El PSOE no es el culpable de todos los males; pero es responsable de seguidísmo.


Yo creo que no se culpa al PSOE de todos los males. Se habla muy mucho de las herencias del “franquismo”. Y posiblemente eso del franquismo esté en la médula de lo español desde que la Iglesia se opuso de redondo en este país a las ideas del siglo pasado, que fueron las de Francia. Lo que va a pagar el PSOE es el seguidismo que ha estado realizando, posiblemente porque no cabían otras alternativas. O tal vez, sí. Pero difícilmente puede haberlas si la clase política que gestionó el continuismo político se pasó a uno y otro partido. Creo que durante la transición el baturrillo de ideas era gordo. “Socialdemócratas”, “liberales”, “democristianos”; osase, clase política tratando de medrar; Los males no los genera el PSOE per sé, sino que participa del continuismo histórico del que mama este país: la política como lugar de las clientelas; un poco como era yernocracia de la que nos habló Leopoldo Alas, y que se constituye en algo antropológico en nuestra cultura política.
Antes que el PP, el diluvio

Hay algunos que piensan que antes del PP, el diluvio. Pero difícil tesitura nos ponen a las gentes de izquierda; por no querer una cosa, hay que elegir a los que siguen a esa cosa sin ser, al menos nominalmente, esa cosa. Así, los avances, la verdad, son muy discutibles. Y repito que yo, nacido cerca de los 80, he disfrutado de muchos avances y libertades; una escuela pública y universidad pública inaccesible para la condición social de toda mi familia; pero aún así, los avances son muy discutibles en cuanto a lo que ha sido “democracia”. El viejo dicho de los perros y los collares se adaptan como un guante a la situación actual, por tanto, los avances parece que no han sido tantos.
PSOE como política de bajos vuelos.


Tiempo ha tenido el PSOE para ir apartándose de esa política de seguidismo y de continuismo político, haciendo política de altos vuelos, en vez de tanto europeísmo de pacotillas - No era esta la Europa de la que hablaba el disperso Ortega, desde luego-. Nadie en el seno del PSOE ha estado capacitado para efectuar esa política, más si cabe, si la pensamos bien, que la cultura política española es el clientelismo; sus estructuras de partido se han ajustado al sistema, se han fosilizando en él, se ha estructurado como organización política al estilo de Mitzberg; ha generado una cultura interna, una forma de trepamiento en su columna; un sistema de selección cultural interno, una afiliación basada en la carrera política en el pastel. La cabeza visible, el ápice estratégico, del PSOE podía haber advertido que tales formas de organización interna podían llevar aparejadas un anquilosamiento democrático. Se han adaptado al sistema: han recogido el Poder, como el PP, que se les ha repartido, y han desvirtuado eso que ellos mismos llaman “democracia”; haciendo que “la soberanía” - esto es, los que mandan- sean esas organizaciones llamadas partidos. No, no no opino como vosotros, si por elegir es elegir el mal menor. Eso no es ni libertad, ni democracia, ni junta que huele. Y si: Yo acuso. Acuso con el dedo. El “miedo” a los populismos no es argumento suficiente ni necesario para justificar el entramado político montado, ni el continuismo generado. El diluvio, actualmente, nos cae; y el mal menor no nos vale. Ni papá ni mamá si estos son ambos, déspotas, aunque uno sea más dulce que otro.

La que se avecina.


La que se avecina es gorda. Aquí atrás escribí un comentario en el blog de Pérez Reverte poniéndole a caer de un burro ( mis comentarios son 219, el más importante, hay que bajar un poco, y 251 y 252, en contestación de otro que me hicieron);


leer lo que ponen en él, en todo el blog, es una muestra de lo que se avecina. La batalla es dura, pues me parece que la juventud “apolítica”, que es mucha, capta fácilmente el discurso ideológico de la derecha y al PSOE no hay quien le entienda, pues nada contra corriente; los hechos consumados es que el capitalismo como sistema económico y político va victorioso. Y no se está siendo capaz de llegar a los jóvenes de la forma a como lo está haciendo el capitalismo. Las Nike, las Panama Jack, la PlayStation, los Burguer, los tunning (aunque ya pasa de moda), los coches, la velocidad, los centros comerciales, Zara, Adolfo Domínguez, Restaurantes mexicanos, Asiáticos, casas rurales, viajes a complejos turísticos, Corte Inglés… han salido triunfadoras. Os he de decir que a mí me faltó poco para caer en sus redes, de no ser que estuve ojo avizor de la realidad; me sedujeron con la moral del directivo -lo digo porque soy joven-; veía todos los días las torres Kio desde mi despacho. Iba al Corte Inglés de Nuevos Ministerios a la hora de la comida, a realizar compras: aparatos de sonido para el ordenador, juegos; pocos libros. Escuchaba Intereconomía. Si, la escuchaba. Había que hacerlo si querías prosperar en la moral del directivo. Estaba embaucado. Joven egresado haciendo selección de personal, viendo carreras profesionales, el capitalismo en estado puro y duro; la inmoralidad de las relaciones y su comportamiento en el lugar de trabajo. El canibalismo humano entre trabajadores. Me ahogaba. No me avergüenzo de ello ahora. Era joven, muy joven. Lo difícil es salir. Tomar una decisión moral que te haga salir de eso; y lo difícil es encontrarla. Los que están en un callejón sin salida van a dar el voto al PP - me refiero ahora a menores de 40 años-, pidiendo más de lo que había.

Jake contesta al señor Dece


Si, ya sé que hablar de la Francia revolucionaria es pecado. Que más glorioso es recordar cuando los reyes decapitaban cabezas que cuando era en sentido contrario. Veo que sabe perfectamente quienes son los buenos y los malos el señor que me contesta. Que las cabezas cortadas de la chusma son justificables, no así cuando se cometieron los deicidios en Francia. Pues aquí, el Jake, con todo lo que usted supone, no tiene idea de cuál es la resolución moral satisfactoria. De quien no tengo duda de quién era bueno: un señor que fue a morir a Francia, y que escribió "Campos de Castilla". No, sobre el Islam en la península ibérica no se historió solo durante el franquismo. El franquismo recogió el guante de la España cavernaria del siglo XIX, la que se puso de lado de la España nacida en Trento y despotricó contra la atea Francia. El franquismo lo único que hizo fue borrar la historiografía iluminista, afrancesada, liberal, revolucionaria y poner como única y verdadera aquella historia que aplaudían los de !Vivan las Caenas!. Al que responde a Jake he de decirle que no simpatizo con ninguna de las dictaduras, presentes ni futuras; pero en especial con las que hubo en este país.
El señor Dece contesta a Jake

No puedo aguantarme sin hacer un comentario, pero no sobre el artículo del señor Pérez Reverte, sino sobre el comentario del autodenominado "Jake". Si hasta ahora tenía mis dudas sobre quiénes eran los "buenos" y los "malos" en la guerra del 36, (que no viví), este encantador individuo me lo ha aclarado totalmente. Está claro que, para él, todo lo que han escrito los historiadores moros y cristianos es falso, tergiversador, fascista, totalmente condenable. La única verdad a tener en cuenta es que durante el "franquismo" se inventaron todas las historias sobre España (que, al parecer, nunca había existido) y todo es una mentira podrida que nos enseñaron a los pobres gilipollas que fuimos escolarizados durante la postguerra. Para este simpático caballero, la única verdad que se oía en aquellos años era lo que decía la radio "Pirenaica" que emitía en onda corta. Resulta que toda la historia que nos enseñaron era falsa, inventada por los retrógrados católicos y abusones capitalistas para engañar al proletariado. No tiene inconveniente en acusar a Reverte de fascista falangista y no sé cuántas cosas más, simplemente por escribir sobre un hecho bien documentado en la Historia Universal, aunque ahora no sea políticamente correcto hablar de ello. Este es como un compañero de trabajo comunista que tuve en una empresa y que porfiaba diciendo que era lógico y justo que en la España republicana metiesen en la cárcel a quien dijese "Viva España". Si estaban en España, decía, ¿para qué diablos había que darle vivas? Era más natural dar vivas a Rusia y mueras a España.
Recuerdo que, en los años sesenta, cuando Fidel Castro consiguió que los cubanos comenzaran a pasar hambre, un compañero de estudios comentaba que su madre y dos tíos estaban en Cuba desde el 39 y que habían comenzado a pasar penurias. Cuando sus familiares les instaban a volver a España, donde comenzaba a vivirse con cierta holgura, ellos escribían que no podían volver, porque sabían bien que en España había policías detrás de las esquinas y que, cuando veían pasar un individuo, se lo cargaban a tiros. Todos nos reíamos al escuchar semejante estupidez, pero mira por dónde ahora veo que a este Jake le han contado cosas parecidas y él se lo ha creído a pie juntillas.
No soy admirador de Pérez Reverte, he leído seis o siete de sus novelas, muchos artículos y, aunque lo considero bastante honrado, lo encuentro un tanto "chuleta", sobre todo cuando habla de sus periodismos en zonas de guerra. Pero cuando se limita a comentar, con indudable estilo, la batalla de las Navas de Tolosa, honestamente no se me ocurre que nadie con dos dedos de frente lo insulte tan ferozmente como lo hace este Jake. Ahora comprendo por qué, a pesar del deterioro socioeconómico que padecemos en España, hay todavía millones de personas que consideran que Rodríguez Zapatero lo está haciendo muy bien.

Como decía al principio, Jake me ha aclarado la duda sobre la credibilidad de los actuales "progres" españoles. Cada vez que lea o escuche cualquier comentario o discurso de nuestros actuales gobernantes, pensaré: "Tate, cualquiera se fía de éste. Posiblemente su asesor sea Jake y todo lo que dice es tan coherente como la crítica que le hizo a Pérez Reverte".

Jake sobre Pérez Reverte y un artículo sobre los tres Reyes.

Me parece ver e que es cierto que Reverte ha escrito esa soplapollez, aunque no me extrañaría, porque el tipo desbarra una jartá. Y eso que me gustó "territorio comanche". Ya me imagino cuales fueron sus enchufes para meterse en la TVE, donde imperaban unos cuantos nombres de sobra conocidos por ser fieles servidores a la camisa azul, el yugo, las flechas y el bigotillo ese recortado, que cuando jóvenes parecía chulesco, pero cuando mayores no son otra cosa que de viejo chocho. Eran aquellos tiempos en aquella TV de cuando tiempos del sector duro, los reformistas y los cambia chaquetas. De la azul a la demócrata. De todas formas, el problema de Pérez Reverte son muchos y variados. Uno de ellos que se educó en pleno franquismo, escuchando historias de buenos y malos, de rojos y de falangistas. A la vez que leía a Dumas, a Julios Verne y Salgaris, eran los tiempos de hazañas Bélicas, Alcázares, pedrínes, flechas y pelayos. Así que de todo ello, ha salido un buen escritor, a la vez que majadero. Otro de los problemas que tiene es que es periodista, más que otra cosa, con ínfulas de aventurero, de Errol Flin, chulesco : por tanto, cree saber más que nadie sobre los humano, sobre lo divino y sobre lo patrio. Yo creo que el ser miembro de la academia le han entrado ínfulas de intelectual, pero el pobre es un ignorante supino de literatura española y de historia y de otras materias, por más que se le antoje que los españoles somos incultos. Como si no hubiéramos sufrido la espada sobre la cabeza, la incuria, las hambres, el ostracismo, la mentira, los rencores, las envidias y el miedo en esta España cortijera. Azorín, Ortega, Unamuno, Max Aub, Ayala, Goytisolo, Machado, Montalbán, Valera, Galdós, Baroja y otros: !pero que se cree el tío, si no les llega a la suela de las zapatillas calientes!. En la vida hubieran escrito ninguno de ellos un texto en el que se condensa tanta ignorancia sobre lo que este país es y ha sido. Otro problema que tiene es que de Historia no tiene ni pajolera idea, y bien pudiera leerse algún tomo de "Historia Universal" de algún autor como Roberts, por ejemplo, en vez de tanta historia surgida durante los anales, por ano, de la Universidad franquista y la versión reaccionaria del siglo XIX de lo que el pasado fue. para que nos salga con las Navas de Tolosa y aquellas historias que él estudiaba siendo niño y mozo, al calor de historias de hombres valientes y chulescos que hicieron una guerra y la ganaron. Creé él que aquella educación recibida fue la mejor que humano hubiera recibido. Al fin y al cabo, ha dado resultado un escritor como él: un escritor de espadachines, literatura infantil, aventureros sin escrúpulos, cínicos, navegantes, muy hombrunos, e historias apasionantes; sí, pero que más le valiera callar, y escribir con menos altanería, chulería, altivez de falangista, simplemente por un motivo: por amor a la literatura patria. Aquí no necesitamos tantas historias de moros y cristianos, sangre y degüellos, boinas rojas, y banderas de aspas, teniendo azorínes que describieron el caserón vejancón, Barojas y sus auroras rojas, Zalacaínes y Avinaretas, y sus guerras carlistas, Unamunos, Larras, Valeras, Clarínes y Blascos Ibáñez. O esas larga literaturas del exilio, del exilio interior y el exilio exterior. Esos laberintos mágicos para que nos salga ahora con Rojos, Negros y Arévalos. ¿Pero él? ¿Quién es él para salir ahora con esas historias, que dice, se contaban en la escuela que él recuerda, que no es otra que la nacionalcatólica. Muy ducha ella aquellos en la versión historiográfica en "la Reconquista", en "Felipe II" y en las revoluciones carpetovetónicas contra el invasor francés, que de liberales y nacionales tenían lo que una alpargata sansoncarrasqueña o de cura trabucoide, muy docto y graduado en Sigüenza. En Historia son todos ellos como el Garci lo es en cine. El mismo que ya nos pinta la rojigualda de los balcones matritenses del dos de Mayo, como si fueran balcones provincianos en plaza durante Semana Santa. Y que recuerdan, más que a la sublevación contra los Mamelucos - donde no ondean banderas ni estandartes -, a los funestos días de la Semana Santa de 1937: que es donde de verdad viene la costumbre de colocar la bicolor. En los días turbios dónde los señores católicos de las derechas autónomas, bien vestidos, y las mantillas para las señoras, la gente de bien, rezaban beatamente, sin importarles que cerca del matón de los abigarres, por ejemplo, yacía el Alcalde del Piorno, asesinado impunemente por ser admirador de Azaña. Ya sé que estos historiadores de la reconquista, la ideología nacionalcatólica, que como he dicho es donde mejor se medraba en la corrupta universidad española para después de la Victoria, son muchos y variados - con importante excepciones -. No gusta de la historiografía como la de Gabriel Jackson, y su introducción a la España Medieval, o la Tuñón de Lara, por poner el caso, aborrecida por la muy patriótica y ortodoxa. Esta última que se gestó en el exilio, y con un margen de libertades mucho más amplio, y sin necesidades de lamer el culo a gerifaltes del régimen para ganarse la cátedra. clientela, que es lo que era la Universidad española, dónde gestó esa bazofia de Historia de España que se lee el Reverte, junto con la que elaboraron otros muchos germanófilos, que daban vítores por la futura conquista de Francia, la patria del iluminismo y la masonería, por los muy católicos emperadores de la Entente. Solo un majadero podría creerse que España ya existía en los tiempos de "la Reconquista". O como decía Ortega: una reconquista de seis siglos no es una reconquista. Pero España está llena de majaderos y de hijos de la grandísima puta. Pero es texto el bonito: parecen los reyes como BraveHeart, gritando libertad, antes y después de las batallas. Esa libertad que nos han negado a los españoles todos, salvo en pequeños, o ínfimos, lapsos. Pero no escribamos ahora de polémicas a lo Albornoz-Castro. Con Llamar majadero al que lo merece basta. Así que no me saque las Navas de Tolosa, ni que la Virgen del Pilar no quería ser francesa

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