sábado, 15 de agosto de 2009

los documentos de Alcalá-Zamora

He leído esta noticia y a mi me parece lo siguiente:
Yo creo que el punto de vista del nieto de Alcalá- Zamora y de Gonzalo Queipo de Llano, por muy historiador que sea, tiene un significativo cristal y fondo para que sean imparciales. Al mirar la realidad por esos cristales ve la figura de sus abuelos. Ambos, por cierto, figuras de muy alta importancia y significativas; y no me extraña que trate de defender una imagen de sus abuelos. Solo encuentro una verdad en todo eso que se señala. «Lo más dramático -afirma- era que los españoles deseaban matarse. El 90 por ciento quería eliminar a la otra parte, y contra eso es difícil luchar». Afirma que «Los papeles demostrarán el proceso de destrucción de la legalidad republicana que se produjo tras las elecciones del 36, que los primeros golpistas fueron los del bando de la izquierda, y que lo de la derecha fue un contragolpe». A mí me parece que esa es una opinión que pueden significar dos cosas: 1) que es como realmente lo veía Alcalá- Zamora o 2) Que es como lo ve él después de leer los documentos (o como lo veía él incluso antes de leer los documentos y que, al leerlos, corroboran su apreciación. Por lo pronto es una aseveración muy parcial pues es el punto de vista de uno de los personajes activos del conflicto filtrados por la mirada de su nieto. Mi punto de vista no coincide con la de este señor, teniendo en cuenta otros muchísimos documentos que existen. Así que, en mi opinión, en este caso, no pone la cosa en cada sitio ni cambiarán la visión que se tiene del conflicto; conflicto, por otro lado, es visto cada cual a su modo. En mi opinión, el proceso de “destrucción legalidad republicana” y “los golpistas eran los del bando de la izquierda” es un aseveración largamente mantenida, oficialmente por el régimen franquista y creo no equivocarme si digo que por un muy alto porcentaje de la derecha de hoy día. Sin embargo yo opino que eso es falso y mantendré que el proceso de “destrucción de legalidad republicana” se dio a muchos y variados motivos, donde creo que las izquierdas y las derechas católicas entraron en una espiral de impolítica. Creo que la Guerra Civil Española fue un conflicto que tuvo dos tipos de causas fundamentales. 1) Políticas: puesto que el régimen quiso subvertir el esquema de Poder tradicional en las localidades y en la sociedad toda, mediante un sistema de reformas; reformas que resultaron inaceptables para una parte de la sociedad y, en especial, a la parte de la sociedad que tradicionalmente había tenido ese Poder. Y 2) Religiosa: Creo que hubo una ruptura en lo que Cicerón llamó augurios. Esto es: una parte de la población dejó de creer en Dios y otra parte no. En especial por que las corrientes filosóficas del siglo XX eran el vitalismo, el existencialismo, la fenomenología, y la filosofía analítica; mientras en el contienente funcionaban Hegel y Nietzche en el XIX y en América el pragmatismo . La teología escolástica ya solo era mantenida en los seminarios. Creo que a partir de 1933 a 1936, en materia política, hubo una espiral de impolítica social, donde los políticos también tuvieron mucha responsabilidad. Fueron, salvando las diferencias, tres años que fueron un poco como el 11-M, en cuanto al grado de politización y de implicación de las masas. Especialmente relevante me parece la reacción que tuvieron las derechas ante las reformas, cuando tuvieron influencia en el gobierno: ! Comed República! ¡Qué os de de comer la República! Me parece que eso radicalizó mucho al PSOE, y en especial a las bases y al campo. La huelga de la Federación de Trabajadores del campo, para el momento de la recogida de la cosecha, fue una provocación para las derechas, y la reacción que tuvieron para con ella fue muy desmesurada. La Guerra se declaró en 1933, en mi opinión, en ese momento; en el mundo rural; donde los patronos y los braceros tenían intereses irreconciliables. Y la espiral fue creciendo y creciendo hasta que no se pudieron ver los unos a los otros. Porque lo que se estaba debatiendo era quien tenía el Poder en las localidades, sobre quien mandaba en ellas, en una sociedad rural donde el campo era la base de la economía de una muy gran parte de la población: si los caciques, terratenientes y ganaderos, o los braceros. La huelga del campo atacaba muy mucho a los intereses de los terratenientes y estos las consideraron como revolucionaria. En 1933 el reloj volvió a 1921 en cuanto a quien volvía a detentar el poder en los pueblos. Y eso, después de las ilusiones depositadas, solo podía acabar en tragedia. Esa es mi opinión.
Ya se ve que quiere defender a uno de sus abuelos al respecto de las acusaciones que sobre el vierten en latiguillos; esto es en la tergiversación, la mentira, la tendenciosidad, la ocultación, las medias verdades, el uso torticero de la verdad y las malas artes con las que tratan todos aquellos que no tratan con honestidad el conflicto bélico, que suelen ser muy pocos. Alcalá Zamora “fue muy ingenuo”; así trata de defenderlo. Sin embargo Alcalá Zamora vivió los hechos día a día y tenía información y sabía lo que pasaba día a día como sujeto que vivió aquellos hechos como circunstancias vitales inexcusables sobre las que tenía que decidir. Casi nadie de los que le acusan vivió los hechos desde su perspectiva. Más aún, muchos de los que le acusaron en su día solo veían con los ojos que querían ver, al igual que muchos de hoy en día, que solo quieren ver lo que les interesa ver. De “historiadores” deshonestos están llenas las crónicas, y a nadie nos sorprende; bien nos tiene enseñada la filosofía analítica como la realidad es algo etéreo. Y la psicología también dice muchos sobre ello. Yo sostengo que está significado, la realidad, con lo moral. Eso se ve en las relaciones familiares, cuando dos hermanos se pelean y se lo cuentan a un tercero ajeno. Ninguno cuenta su conducta moral ateniéndose a la realidad de los hechos: ambos tratan de justificar lo injustificable. Ambos mienten. Aunque siempre hay alguien que es más honesto y alguien que lo es menos. Que seamos capaces de apreciarlo dependerá de nuestra propia honestidad y nuestra calidad humana. Estoy casi seguro que eso que dice de que “fue muy ingenuo” lo hubiera dicho aún así sin leer los documentos.

No hay comentarios: