domingo, 30 de agosto de 2009

El papel del Opus dei en la transición

La influencia del "Opus dei" en la llamada transición a la democracia me parece incontestable. La habilidad política de la Iglesia, como he señalado en otras ocasiones es, a mi parecer, del todo incuestionable: lleva algunos milenios detentando el Poder político, y sabe cómo organizarse; y cómo manejar las bazas con las que cuenta en política. Se basa sobre todo en la consecución de sus fines, usando los medios que considere oportuno, disfrazando los hechos, en base a la mentira política. Usando a Maquiavelo, se organiza, y ofrece una cara, hacia un lado, pero se inmiscuye en los centros del Poder. En 1975 el Opus posee 70.000 miembros. Pero no son cualquiera: son las familias políticas del régimen; las oligarquías financieras del país que han salido bien colocadas tras la funesta y victoriosa guerra civil. Que Navarra sea el centro del Opus, y desde donde se irradiará. La base del Opus es el “clientelismo”, este sí que tradicionalista, de la política española. La jugada consiste en introducir el conservadurismo ultra católico en la familia. El Opus, es de sobra conocido, consiste en una secta. Una poderosísima secta, de relaciones entre familias, que se ayudan entre sí, a través “de favores”, aquello de los Padrinos: Una parte de las rentas obtenidas van a parar a la Obra; pero, a la vez, se crean las redes de clientelas precisas para conformar las estructuras de Poder, donde el sector de la Iglesia más conservadora forma parte. Es además muy difícil salir de la Obra y el comportamiento que se exige a sus miembros es también duro: es la vida monacal en las familias. Si Erasmo criticaba la vida monacal, y posteriormente los Jesuitas se convirtieron en la órden “rica”, y con mayor Poder en Roma; el Opus decide llevar el ideal de comportamiento cristiano a los centros de la sociedad civil: la familia. Salir de la Obra manda al ostracismo al que lo hace: pierde todas “las ayudas” e “influencias” de las que goza. Permanecer en ella tiene sus beneficios: puestos, financiación, Poder. Todos los miembros de una familia del Opus tienen el futuro asegurado y son introducidos en todos y cada uno de los lugares de Poder económico, social, político, judicial y militar. El régimen franquista es un régimen peculiar. Es un régimen clérigo monárquico. La España de Franco quiere encarnar, en palabras de Raymond Carr, la visión de Maeztu, uno de los propagandistas de la derecha monárquica, muerto en la matanza de la Modelo: Una “monarquía religiosa y militar”, aunque sin monarca en el trono. “La transición” no consistió en otra cosa que eso. Veámoslo. La constitución del 1978 estructura el estado en base a cinco Títulos: El título II, sobre la Corona, el título III, sobre las Cortes, el título IV, el Gobierno, el título V relaciones Gobierno- Cortes, y el VI, el judicial. A la cabeza, como vemos, se encuentra la Monarquía. ¿Porqué? Porque la monarquía tiene subrepticiamente el Poder más importante de un país. La Fuerza real no supeditada a Derecho. ¿El qué? “el mando supremo de las fuerzas armadas”. Eso es lo que persigue controlar el Opus Dei: El ejército. Sobre los hechos del 23-F habría que analizarlos también desde algunos puntos de vista relacionando Opus, Monarquía y Ejército. ¿Porqué Carrillo acepta la bandera rojigualda, y acepta la Monarquía? Esperemos que lo escriba en sus memorias, las que deje para después de su muerte. Carrillo acepta esto después de la reunión con el rey. Posiblemente Carrillo observe que la casa del rey está dirigida por el Opus. También sabe que las familias del régimen más poderosas, los medios de comunicación más influyentes se encuentren en su Poder, así como los empresarios más reconocidos (eso explica el peculiar calvinismo, en lo económico, y a la vez, el utra-catolicismo romano y vaticano en los Moral de los conservadores en este país, y que a mí siempre me sorprendió); las revistas políticas y las del “corazón” están en su poder. ¿Monarquicos liberales o, más bien, saber donde están los cetros de poder?. Incluso las propias CCOO se organizan en las sacristías, y en esas mete la mano la Jerarquía de la Iglesia, a través de los sacerdotes. Y es que no olvidemos el poder político que tiene la Iglesia, que ya sabe que nuestra sociedad ya no es rural, sino industrial: I) Organiza a las oligarquías financieras a través del Opus II) Tiene Iglesias desparramadas por todo el país, ciudades, barrios y pueblos, con una amplia red de miembros que ofrecen discursos políticos todos los fines de semana, poniendo a Dios sobre la mesa de la Política. Sabe Carrillo, por tanto, una vez que se entrevista con el Rey, que la Iglesia española, con sus familias más poderosas, quiere manejar el tempo del cambio político, organizarlo y llevarlo a su manera. Que la Iglesia española está contra la ruptura. La ruptura era la principal tesis de la Junta democrática, donde estaba el PCE entre otros. La Plataforma, en cambio, que se organizaba desde dentro de país, quizá, era más “realista”. Para la consecución de la democracia era preciso una ruptura; pero quizá advirtió Carrillo que eso era imposible, habida cuenta de los cetros del Poder, y que la Iglesia y el Opus se opondría de redondo a la ruptura. Y que ciertamente, Carrillo sabía, que si esto ocurría se volvería a repetir lo que nadie quería. Y es que el verdadero fantasma que revoloteaba por la transición era el de la Guerra Civil; que al igual que las carlistas en el XIX, se repitiesen. El ejército también estaba dividido en parte, y existía una unión democrática – y también muy cercana al Opus-, dentro de una oficialidad reaccionaria. Así “la clase política” negoció, y consensuó el sistema; “una dictadura parlamentaria”, donde el rey modera y manda sobre el Ejercito; El Opus sobre el Rey. Y, subrepticiamente, la Iglesia sobre todos. Nos trajeron, sí, un sistema de libertades políticas, que en el fondo era lo que buscaba el PSOE, pero es susceptible de una mayor discusión sobre si esto es una democracia, donde gobernase la ciudadaní y montada de abajo hacia arriba y no al revés, desde la clase política. Quien manda, en mi opinión, y sigue mandando es el Opus. En definitiva la Iglesia, que quiere controlar la Fuerza (el ejército), en base a las enseñanzas de la Guerra Civil. Repito, según creo, que la transición se montó tal y como se hizo, en parte, por esta realidad: El Opus controla la casa real y, por tanto, las armas. Lugar último donde se encuentra la Fuerza y, por tanto, el Poder. El Opus maneja el barco español de la transición: Sobre cómo mandar en un país a través de la Monarquía. Por eso creo que la reforma constitucional diseñada en la CE de 1978 a través de poderes constituidos tiene mucha miga.

LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA COMO CONFLICTO POLÍTICO


Mantengo un debate interesante sobre el juramento de Antonio Goicochea sobre la tumba de Calvo- Sotelo. Donde manifiesto lo siguiente.


LA MECHA


El asesinato de Calvo Sotelo es totalmente deplorable, como cualquier asesinato de la clase que sea; los asesinatos políticos por supuesto que son deplorables. Me parece a mí que por aquella época eran muy pocos los parlamentarios que eran demócratas y que incluso acpetarán la república. En especial los de las derechas católicas. Para ellos el régimen era accidental, que en verdad quería decir que les interesaba un comino que la cosa se llamase república, monarquía o dictadura de un caudillo, puesto que lo que ellos querían era un regímen donde siguieran siendo centro de lo moral. Y la república montada en 1931 no les permitía tan lugar, sino muy al contrario. Parece que en verdad lo que querían era un regímen donde hubiese un caudillo, tipo Cid, llegado por la Gracia de Dios, y venido para salvar a la España eterna, la de Don Pelayo y los Godos - en verdad la España de Trento - que les defendiese de todo el ateísmo, liberalismo, comunismo, como propugnaban "los rojos". Puestos así, pues se montó la que se montó. Que Calvo Sotelo fue vilmente asesinado es un hecho notorio. La chispa iba a encederse, eso lo sabía todo el mundo, de una manera a otra. Que eso fue lo que encendió, posiblemente. Era lo que querían las dos Españas. El acuerdo era imposible: unos querían una España Católica y otros querían una España Laica. No había nada que hacer. La pena es que las democracias miraron para otro lado y dejaron a los españoles en la estacada. O la pena es que Alemania e Italia vinieron a ganar la guerra. O la pena es que no hubieran dejado solo a los españoles que se zumbaran la panderata, como el cuadro de Goya, a ver que hubiera pasado. Porque puestos a matarse, que los hubieran dejado solos: así sabríamos de verdad si los órganos de algunos eran reales. MORAL LAICA O MORAL RELIGIOSA Ciertamente, me considero como un demócrata de izquierdas y bastante liberal, y no puedo evitar escorarme en mis opiniones a las izquierdas. Pero sin duda el asesinato de Calvo Sotelo fue vil, y que demócratas había bastante pocos; máxime porque quizá los que tuvieran un talante liberal fueron desplazados. Indalencio Prieto, al lado del PSOE, sustituido por Largo Caballero, que radicalizó su lenguaje, y en la derecha liberal a otro, por las Derechas locales y regionales, organizadas por la Iglesia, y usando lo que había salido organizado de ellas desde el régimen anterior: Que es su estructura clerical, el periódico “El debate”, dirigidas por Herrera Oria, y las organizaciones católicas que pudieron crearse al efecto, como la acción católica y la Juventudes católicas – creo que eran JAP, o algo así -. Los discursos de largo caballero son de 1933, cuando se presentan por primera vez la CEDA a ellas. Mucho me temo que a partir de 1933 la democracia se hace impracticable, pues a todas luces la CEDA, con bastantes razones para ella, pues su objeto es revisar la legislación constitucional para muy negativa para la iglesia. El debate que se mantenía era imposible de llegar a un acuerdo: Para una España se solicitaba un país Laico, para otra España se solicitaba que el catolicismo fuese una religión de Estado. Y sobre esa idea la sociedad estaba muy dividida, principalmente porque la sociedad es rural. El problema de la república en un principio, en mi opinión, no fue entre comunismo-socialismo frente a fascismo-nazismo; sino entre laicidad-religiosidad. La laicidad se escoró hacia las tendencias socialistas y anarquistas, que eran más radicales, pues solicitaban el Poder obrero, que la izquierda republicana (con la que no oculto que simpatizo más); y la religiosidad se escoró hacia el caudillaje que les defendieran. Así, por ejemplo, Gil Robles era un liberal que en verdad deploró el parlamentarismo, tal y como he escuchado a algunos testigos, al ver en este también una forma de trágala que había puesto la acción frente a la reacción. La cosa está en que la parte izquierda quería quedarse sola en el Poder, y la parte derecha también. No se admitían otra cosa que fuera la postura de uno sobre otro: O la laicidad O religión de estado. O moral laica o moral religiosa. Pero el acuerdo era imposible de aceptar, pues ambas partes se encasquillaron en sus posturas


EL DESLINDE DE LAS DERECHAS


Había otras derechas, cierto, pero solo la CEDA tiene capacidad organizativa para llevar el objetivo de reformar el artículo 26. Miguel Maura, de la derecha liberal, ofrece un discurso titulado"el deslinde de las derechas". ¿Como es posible que la CEDA se organice tan rápidamente, al crearse en 1933? Yo creo que porque la estrutura preexiste de antemano: hay una Iglesia en cada pueblo (local), una organización comarcal regional, con un obispo en cada sitio de esos; y van a saco para menterse en política para derribar el pricipio de laicidad que es tan nocivo. En eso creo que consiste la historia política española. Es una opinión, claro.


ESCRIBIR SOBRE POLÍTICA E HISTORIA CITANDO, O REFLEXIONANDO.


A mí las citas no me gustan tampoco mucho; me refiero a lo de escribir citando. Aunque me gusta la miscelánea. La Guerra Civil española es uno de los acontecimientos históricos donde la falta de veracidad es significativa; la veracidad no es tanto la verdad, sino como la coherencia en tratar de ver con un sentido todo lo completo de la materia. Es imposible no escorarse hacia un lado u otro según nuestras convicciones políticas; así, como señala Ud., - los aspectos que señala sobre Largo y sobre la naturaleza del ala caballerista del PSOE es indudable. Ahora bien, creo que hay que ver todo con todos los elementos; y es donde adolecen las visiones “revisionistas” de la Guerra Civil, con expresiones como las que señala de “la realidad histórica” y “la verdad oficial”, cuando sabemos que hubo una dictadura posterior que dispuso también de una visión verdadera de la verdadera historia de la Guerra Civil. Un poco de seriedad, por favor; que los hechos fueron muy graves. Y la forma de cita, en lo que conviene, y de no querer ver, lo que no se quiere ver, es lo que hace llenar tintas y tintas sobre este conflicto bélico. Como todo en política, o en historia, nos encontramos con dilemas morales; y, sin duda, se hacen precisas visiones desde la ética, mi modesta especialidad. Yo creo que ya está bien de tanta tergiversación, de tanta falta de autenticidad – de la cual, no lo niego, también participo -; de tanto afán por justificar moralmente cosas que son injustificables. Un poco de seriedad, por favor. El asesinato de Calvo Sotelo es una muestra más de la incapacidad política de aquellos años terribles; pero, hombre, en política no podemos ver solo con los ojos de los que queremos ver, y negar todo lo demás y lo que no nos conviene; y justificar, como digo, lo injustificable. Ni ese asesinato, ni ninguno tienen justificación. Ahora bien: el golpe de estado de 1939 tampoco la tiene; ni el alzamiento de los obreros en Asturias, ni la represión posterior; ni que militares de remplazo fuesen a la Guerra del África, y que solo fueran los más díscolos de cada pueblo, ni que el estado reprimiera a los manifestantantes contra “el orden” de las cosas, en base a tiros; ni que los curas inflamasen en las homilías, ni que los periódicos contasen, como hoy cuentan, más mentiras que verdades. Ni que los obreros estuvieran a la que saltan, esperando hacer la revolución. Pero por favor, seriedad…por favor, menos fanatismo. Que ya cansa.


LA GUERRA CIVIL COMO CONFLICTO POLÍTICO


Me parece que la Guerra Civil es un acontecimiento difícil de poner de acuerdo a los historiadores, o los que se acercan a ella porque, fue un conflicto político; y al igual que hoy, que las cosas se ven de una manera u otra, dependiendo de las preferencias políticas. Hechos históricos tales como el 11-M, sin ir más lejos, desde los primeros instantes unos los veían de una manera y otros de otra, dependiendo de sus intereses electorales, políticos y las gafas axiológicas de cada cual. Estas últimas son imposibles de quitarlas para cada cual. Tanto tú como yo, por ejemplo. Eso no quiere decir que busquemos la seriedad en nuestras apreciaciones y análisis. Y si se quiere sacar algo en claro, en todo esto que está tan turbio, deberíamos hacerlo con seriedad, cada caul desde su ámbito: el mí es la ética y la filosofía política. Aunque no tenga que ver con el hilo, sobre Calvo Sotelo, yo creo que a partir de 1933 los dos partidos políticos con capacidad para movilizar a las masas PSOE y CEDA, se muestran claramente anti-sistema; creo que porque no son capaces, ni tienen experiencia, en gobernar y aceptar un sistema de mayorías parlamentarias y en aceptar las reglas del juego electoral. Sin negar en nada todo lo que dices, sobre el PSOE, y la postura caballerista de arrastrar a las masas con toda la artillería de los tópicos marxistas, porque esa es una verdad como un templo; también es cierto que el papel de la Iglesia haciendo política fue muy fuerte. En cuanto vi el resultado de las elecciones electorales europeas últimas, por ejemplo, y el mapa político regional, en el instante recordé el resultado de las elecciones democráticas de 1936. E incluso en 1933. Toda la política española está ponzoñosa; ese es el tremendo drama española. La Iglesia Católica hace política, y en ese periodo no iba a ser menos que hoy día. La clave de muchos de los análisis sociales y políticos se encuentra, también, en “el sistema electoral”; sobre cómo funciona éste. El reparto de escaños según la ley electoral es que la explica mucho de los hechos políticos; y es que los votos suelen ser equilibrados, sin una victoria electoral rotunda. En 1933, por ejemplo, la coalición de partidos de derecha obtuvo 3.354.504 votos y consiguió 212 escaños, y la izquierda, con 3.375.432, obtuvo 99 escaños; así el PSOE con un millón y medio de votos obtuvo 58 diputados y los radicales con 800.000 votos obtuvieron 104 escaños. El error político del PSOE entonces fue no darse cuenta de cómo funciona una democracia parlamentaria y estuvo mucho más verde que la Iglesia en esto de “la política”; las derechas católicas sí que pactaron coligarse con los radicales. En estos análisis tienen que entrar también los historiadores que entren con seriedad a debatir lo que ocurrió en el estado de impolítica que se vivió especialmente desde 1933. Época además, donde la estrategia accidentalita de la CEDA era imitar a los ocurrido en otros países, y de copar el poder político a modo de lo ocurrido en otros países, como Austria o Alemania. Hay que leer los discursos políticos completos, ciertamente. Pero, a la vez, hay que descubrir las circunstancias que llevan a proferirlos; y contrastarlos con los adversarios. Creo que a partir de 1933 PSOE y CEDA buscaban asaltar el poder para modificar el régimen. La CEDA porque no aceptaba el papel laico del estado, y con apoyo de los terratenientes, no aceptaba el papel asignado a la Iglesia en dio régimen. El PSOE porque no acertó a comprender como es el juego político en un sistema parlamentario de mayorías, ni el sistema electoral; que por pocas diferencias de votos daba un poder mayor a quien elegía la estrategia electoral adecuada. El 1936 la CEDA comprendió que el PSOE no volvería a caer en el error de 1933, y se cerró la vía la accidentalista. Este tipo de análisis, aunque también sesgados, son necesarios. Y en eso nada desdice en lo que señalas que los anarquistas estaban pasando por la izquierda. Ahora bien, habría que entrar en el porqué el anarquismo fue tan influyente en España; porqué en el socialismo triunfa a partir de 1933 la postura anti sistema y como las derechas católica va a fuego, encendidas, contra el régimen de una manera similar. Y el país se abre en dos. La sociología rural tiene mucho que decir. Lo que no me cabe duda es que a partir de 1933 no se pueden ni ver; y muy posiblemente sean las masas de cada parte la que incidan en los soflamas que se lanzan despectivamente. A su vez la circunstancias políticas inciden en las masas, y todo va siendo, poco a poco, una olla. Pero opino que pudo haberse evitado todo con una mayor pedagogía política. Y esa faltó, como falta hoy.


EL PUNTO DE VISTA DEL HIJO DE NICETO ALCALÁ ZAMORA


Yo creo que el punto de vista del nieto de Alcalá- Zamora y de Gonzalo Queipo de Llano, por muy historiador que sea, tiene un significativo cristal y fondo para que sean imparciales. Al mirar la realidad por esos cristales ve la figura de sus abuelos. Ambos, por cierto, figuras de muy alta importancia y significativas; y no me extraña que trate de defender una imagen de sus abuelos. Solo encuentro una verdad en todo eso que se señala. «Lo más dramático -afirma- era que los españoles deseaban matarse. El 90 por ciento quería eliminar a la otra parte, y contra eso es difícil luchar». Afirma que «Los papeles demostrarán el proceso de destrucción de la legalidad republicana que se produjo tras las elecciones del 36, que los primeros golpistas fueron los del bando de la izquierda, y que lo de la derecha fue un contragolpe». A mí me parece que esa es una opinión que pueden significar dos cosas: 1) que es como realmente lo veía Alcalá- Zamora o 2) Que es como lo ve él después de leer los documentos (o como lo veía él incluso antes de leer los documentos y que, al leerlos, corroboran su apreciación. Por lo pronto es una aseveración muy parcial pues es el punto de vista de uno de los personajes activos del conflicto filtrados por la mirada de su nieto. Mi punto de vista no coincide con la de este señor, teniendo en cuenta otros muchísimos documentos que existen. Así que, en mi opinión, en este caso, no pone la cosa en cada sitio ni cambiarán la visión que se tiene del conflicto; conflicto, por otro lado, es visto cada cual a su modo. En mi opinión, el proceso de “destrucción legalidad republicana” y “los golpistas eran los del bando de la izquierda” es un aseveración largamente mantenida, oficialmente por el régimen franquista y creo no equivocarme si digo que por un muy alto porcentaje de la derecha de hoy día. Sin embargo yo opino que eso es falso y mantendré que el proceso de “destrucción de legalidad republicana” se dio a muchos y variados motivos, donde creo que las izquierdas y las derechas católicas entraron en una espiral de impolítica. Creo que la Guerra Civil Española fue un conflicto que tuvo dos tipos de causas fundamentales. 1) Políticas: puesto que el régimen quiso subvertir el esquema de Poder tradicional en las localidades y en la sociedad toda, mediante un sistema de reformas; reformas que resultaron inaceptables para una parte de la sociedad y, en especial, a la parte de la sociedad que tradicionalmente había tenido ese Poder. Y 2) Religiosa: Creo que hubo una ruptura en lo que Cicerón llamó augurios. Esto es: una parte de la población dejó de creer en Dios y otra parte no. En especial por que las corrientes filosóficas del siglo XX eran el vitalismo, el existencialismo, la fenomenología, y la filosofía analítica; mientras en el contienente funcionaban Hegel y Nietzche en el XIX y en América el pragmatismo . La teología escolástica ya solo era mantenida en los seminarios. Creo que a partir de 1933 a 1936, en materia política, hubo una espiral de impolítica social, donde los políticos también tuvieron mucha responsabilidad. Fueron, salvando las diferencias, tres años que fueron un poco como el 11-M, en cuanto al grado de politización y de implicación de las masas. Especialmente relevante me parece la reacción que tuvieron las derechas ante las reformas, cuando tuvieron influencia en el gobierno: ! Comed República! ¡Qué os de de comer la República! Me parece que eso radicalizó mucho al PSOE, y en especial a las bases y al campo. La huelga de la Federación de Trabajadores del campo, para el momento de la recogida de la cosecha, fue una provocación para las derechas, y la reacción que tuvieron para con ella fue muy desmesurada. La Guerra se declaró en 1933, en mi opinión, en ese momento; en el mundo rural; donde los patronos y los braceros tenían intereses irreconciliables. Y la espiral fue creciendo y creciendo hasta que no se pudieron ver los unos a los otros. Porque lo que se estaba debatiendo era quien tenía el Poder en las localidades, sobre quien mandaba en ellas, en una sociedad rural donde el campo era la base de la economía de una muy gran parte de la población: si los caciques, terratenientes y ganaderos, o los braceros. La huelga del campo atacaba muy mucho a los intereses de los terratenientes y estos las consideraron como revolucionaria. En 1933 el reloj volvió a 1921 en cuanto a quien volvía a detentar el poder en los pueblos. Y eso, después de las ilusiones depositadas, solo podía acabar en tragedia. Esa es mi opinión.


LAS BASES DE LA IMPOLÍTICA LOCAL, CLAVE.


El número de concejales elegidos no significa que los monárquicos hubiesen obtenido un mayor número de votos. El número de concejales elegidos en unas elecciones municipales no describen la realidad política de un país, puesto que lo que se dirime en ellas era el Poder local y las relaciones de Poder en los municipios en el juego político consistorial. El hecho es que en las ciudades un número de votos elevado sirven para elegir a un número de concejales al ayuntamiento muy similar a los que pueden ser elegidos en una pequeña localidad, y que tienen menos habitantes. Esto es: El número de concejales del Ayuntamiento de Madrid, con un millón de habitantes, puede ser muy similar al del Ayuntamiento de Villalobiillos, con 2500 El hecho sintomático fue que Sanjurjo decidió no apoyar al rey y Gregorio Marañón, Niceto Alcalá Zamora y el Conde de Romanones decidieron que lo más aconsejable era que el rey saliera de España, puesto que entendieron que las elecciones municipales ponían de manifiesto un estado de opinión contraria a la monarquía. Eso si, es Ahí el caldo de cultivo donde sale viciada de impolítica la República desde el inicio: La política local se vuelve impracticable. Porque pienso que la clave para entender la imposibilidad de efectuar la política durante la II República nace y se desarrolla en los pueblos. En los consistorios entran al Poder, por primera vez en la Historia de España, representación obrera. Eso es muy difícil de asumir por los que siempre habían tenido el Poder en los ayuntamientos y la política local se hace impracticable, al no participar en los plenos, y a poner todas las trabas posibles en la política local y a conspirar contra un régimen donde tienen que compartir el Poder. En muchos pueblos gobiernan los caciques (monárquicos) que son los que siempre han gobernado en ellos, y en las ciudades el Poder queda equilibrado, con los concejales monárquicos como los más numerosos, pero que no pueden gobernar por la conjunción de concejales socialistas y republicanos. La falta de quórum en los plenos se constituye en trascendental, y todas la decisiones importantes de la política local no se pueden tratar, salvo si se trata de cosas insustanciales, como el cambio del nombre de calles, o si los intereses en juego son a favor de las familias pudientes que siempre han tenido el Poder. En juego está a quién beneficia más las exiguas arcas municipales. Que la Republica adviene por elecciones locales nos debe poner en guardia sobre la importancia que tuvo esta parte de los conflictos de Poder local para entender lo que pasó. La ley de terminos muncipales con un política local impracticable y todas las trabas posibles para que el Poder local no estuviera en los braceros, el los socialistas y en la canalla roja es la clave del tinglado. Pero si es imposible saber el número de votos obtenidos por cada cual; pero al fin y al cabo eso da un poco igual, los equilibrios de Poder hacían impracticable la política, y con saber los concejales monárquicos y republicano-socialistas basta para saber que el mapa político resultaba poco menos que imposible. En las ciudades, y en los pueblos, había un buen número de concejales socialistas. Me imagino que a Don Paco, el Dueño de la taberna, del Casino, de la Sala de Varietés, y de las fincas de la hoya y de las alamedas, le gustaría poco sentarse en el consistorio con Usebio el cagajuerras. A ver como se ponían de acuerdo sobre las obras de la fuente del pueblo y sobre que obreros la construían. Misión política imposible.

sábado, 15 de agosto de 2009

los documentos de Alcalá-Zamora

He leído esta noticia y a mi me parece lo siguiente:
Yo creo que el punto de vista del nieto de Alcalá- Zamora y de Gonzalo Queipo de Llano, por muy historiador que sea, tiene un significativo cristal y fondo para que sean imparciales. Al mirar la realidad por esos cristales ve la figura de sus abuelos. Ambos, por cierto, figuras de muy alta importancia y significativas; y no me extraña que trate de defender una imagen de sus abuelos. Solo encuentro una verdad en todo eso que se señala. «Lo más dramático -afirma- era que los españoles deseaban matarse. El 90 por ciento quería eliminar a la otra parte, y contra eso es difícil luchar». Afirma que «Los papeles demostrarán el proceso de destrucción de la legalidad republicana que se produjo tras las elecciones del 36, que los primeros golpistas fueron los del bando de la izquierda, y que lo de la derecha fue un contragolpe». A mí me parece que esa es una opinión que pueden significar dos cosas: 1) que es como realmente lo veía Alcalá- Zamora o 2) Que es como lo ve él después de leer los documentos (o como lo veía él incluso antes de leer los documentos y que, al leerlos, corroboran su apreciación. Por lo pronto es una aseveración muy parcial pues es el punto de vista de uno de los personajes activos del conflicto filtrados por la mirada de su nieto. Mi punto de vista no coincide con la de este señor, teniendo en cuenta otros muchísimos documentos que existen. Así que, en mi opinión, en este caso, no pone la cosa en cada sitio ni cambiarán la visión que se tiene del conflicto; conflicto, por otro lado, es visto cada cual a su modo. En mi opinión, el proceso de “destrucción legalidad republicana” y “los golpistas eran los del bando de la izquierda” es un aseveración largamente mantenida, oficialmente por el régimen franquista y creo no equivocarme si digo que por un muy alto porcentaje de la derecha de hoy día. Sin embargo yo opino que eso es falso y mantendré que el proceso de “destrucción de legalidad republicana” se dio a muchos y variados motivos, donde creo que las izquierdas y las derechas católicas entraron en una espiral de impolítica. Creo que la Guerra Civil Española fue un conflicto que tuvo dos tipos de causas fundamentales. 1) Políticas: puesto que el régimen quiso subvertir el esquema de Poder tradicional en las localidades y en la sociedad toda, mediante un sistema de reformas; reformas que resultaron inaceptables para una parte de la sociedad y, en especial, a la parte de la sociedad que tradicionalmente había tenido ese Poder. Y 2) Religiosa: Creo que hubo una ruptura en lo que Cicerón llamó augurios. Esto es: una parte de la población dejó de creer en Dios y otra parte no. En especial por que las corrientes filosóficas del siglo XX eran el vitalismo, el existencialismo, la fenomenología, y la filosofía analítica; mientras en el contienente funcionaban Hegel y Nietzche en el XIX y en América el pragmatismo . La teología escolástica ya solo era mantenida en los seminarios. Creo que a partir de 1933 a 1936, en materia política, hubo una espiral de impolítica social, donde los políticos también tuvieron mucha responsabilidad. Fueron, salvando las diferencias, tres años que fueron un poco como el 11-M, en cuanto al grado de politización y de implicación de las masas. Especialmente relevante me parece la reacción que tuvieron las derechas ante las reformas, cuando tuvieron influencia en el gobierno: ! Comed República! ¡Qué os de de comer la República! Me parece que eso radicalizó mucho al PSOE, y en especial a las bases y al campo. La huelga de la Federación de Trabajadores del campo, para el momento de la recogida de la cosecha, fue una provocación para las derechas, y la reacción que tuvieron para con ella fue muy desmesurada. La Guerra se declaró en 1933, en mi opinión, en ese momento; en el mundo rural; donde los patronos y los braceros tenían intereses irreconciliables. Y la espiral fue creciendo y creciendo hasta que no se pudieron ver los unos a los otros. Porque lo que se estaba debatiendo era quien tenía el Poder en las localidades, sobre quien mandaba en ellas, en una sociedad rural donde el campo era la base de la economía de una muy gran parte de la población: si los caciques, terratenientes y ganaderos, o los braceros. La huelga del campo atacaba muy mucho a los intereses de los terratenientes y estos las consideraron como revolucionaria. En 1933 el reloj volvió a 1921 en cuanto a quien volvía a detentar el poder en los pueblos. Y eso, después de las ilusiones depositadas, solo podía acabar en tragedia. Esa es mi opinión.
Ya se ve que quiere defender a uno de sus abuelos al respecto de las acusaciones que sobre el vierten en latiguillos; esto es en la tergiversación, la mentira, la tendenciosidad, la ocultación, las medias verdades, el uso torticero de la verdad y las malas artes con las que tratan todos aquellos que no tratan con honestidad el conflicto bélico, que suelen ser muy pocos. Alcalá Zamora “fue muy ingenuo”; así trata de defenderlo. Sin embargo Alcalá Zamora vivió los hechos día a día y tenía información y sabía lo que pasaba día a día como sujeto que vivió aquellos hechos como circunstancias vitales inexcusables sobre las que tenía que decidir. Casi nadie de los que le acusan vivió los hechos desde su perspectiva. Más aún, muchos de los que le acusaron en su día solo veían con los ojos que querían ver, al igual que muchos de hoy en día, que solo quieren ver lo que les interesa ver. De “historiadores” deshonestos están llenas las crónicas, y a nadie nos sorprende; bien nos tiene enseñada la filosofía analítica como la realidad es algo etéreo. Y la psicología también dice muchos sobre ello. Yo sostengo que está significado, la realidad, con lo moral. Eso se ve en las relaciones familiares, cuando dos hermanos se pelean y se lo cuentan a un tercero ajeno. Ninguno cuenta su conducta moral ateniéndose a la realidad de los hechos: ambos tratan de justificar lo injustificable. Ambos mienten. Aunque siempre hay alguien que es más honesto y alguien que lo es menos. Que seamos capaces de apreciarlo dependerá de nuestra propia honestidad y nuestra calidad humana. Estoy casi seguro que eso que dice de que “fue muy ingenuo” lo hubiera dicho aún así sin leer los documentos.

viernes, 14 de agosto de 2009

Historia moderna de España I

Aunque pueda parecer algo pronto para la reflexión histórica, va siendo hora de ir poniendo en orden algunos hechos de la historia política española reciente. Tan reciente como que es de hoy mismo. Aseguran los entendidos que la historia hay que contemplarla desapasionadamente en el futuro; que no es hoy cuando se han de reflexionar de determinados hechos. Sin embargo, deben quedar marcadas las opiniones ambientes de una determinada época. Y quizá, el mejor momento de hacerlo es en el momento en que se viven. Este verano de 2009 es pródigo en hechos políticos que pueden ser trascendentes. O seguramente no lo sean. Pero merece la pena anotarlos. Entre los dos partidos políticos mayoritario – PSOE y PP – andan de uñas arriba, lanzándose estoques de muy graves consecuencias; la credibilidad de todo el entramado político de la Restauración borbónica y el régimen político vigente en esa fecha. Las acusaciones de caciqueas locales y autonómicas y el uso del aparato judicial y policial entre ambos partidos son de muy graves consecuencias. Todo parece indicar que nos encontramos en épocas parangonables -en cuanto a que la España vital, que pasa de los políticos, está alejada de la España oficial y a sus tejemanejes - a la crisis política de la restauración borbónica canovista, donde las corruptelas de la clase política eran muy patentes. En un sistema que era del todo corrupto hasta en su médula más intima, desde el sistema electoral, hasta el turnismo pactado. Como lo que ocurre hoy. Ciertamente no es hoy época de efervescencia social. Pero la raíz política, las formas típicas de la política española, viene a ser la misma: unas Oligarquías de partido presidiendo el poder, unas camarillas de partidos, y grupos de presión y de Poder, ocupando todos los lugares de la política: los Ayuntamientos, las diputaciones, las Comunidades Autónomas, la judicatura, el ejército, la Monarquía. Sin embargo, es en los partidos donde se encuentra el entramado básico de la base donde se construye el sistema de corrupción generalizada de la Restauración borbónica. El sistema ha degenerado en un régimen de partidos donde obtienen todo el Poder sin límite alguno. Una quiebra total, por tanto del estado de Derecho. Los síntomas han venido siendo recogidos ya desde tiempo atrás. Las legislatura del PSOE con tramas de corrupción, y casos como el de Corcuera – con una ley franquista elaborada por un ex sindicalista- o el GAL – la guerra sucia contra ETA heredera de los métodos propios del franquismo fue un ejemplo. La legislatura posterior al turno, correspondiente al Partido Popular se llenan de casos de corrupción no menos ejemplares: sin duda, el control de la información de las cadenas públicas, donde vuelven a ocuparse de las mismas todos y cada uno de los dirigentes “falangistas” y de “El movimiento”. El periodista Urdaci, deletreando el CCOO, es un ejemplo. Hemos de recordar que este movimiento sindical de CCOO, supuestamente comunista, hubo de tener una importante labor en la trasformación y continuismo del régimen, pero no colaboró en su hundimiento. La salida a las calles de los cuellos azules por la carretera de Barcelona no van contra el régimen, no van con la ruptura, no buscan el derribo de todo el entramado franquista. Simplemente van, o caen en la trampa, o es una oposición domesticada, o es un oportunismo de transacción, a las claras, con el régimen entre sindicalistas y falangistas. La UGT tampoco está ociosa en todo esto: que pinta, pues, Corcuera un sindicalista bregado como ministro; o el presidente del comité de empresa de la PEGASO, un comunista declarado, como delegado de gobierno provincial. Sindicatos domesticados y creados ad hoc como una estrategia de “reforma” y no de “ruptura”. CCOO Y UGT, los de verdad, los antifraquistas, están en el exilio. Los de aquí son una reforma de vertical que pacta y se vende. Así de claro. Y Urdaci va y cuenta lo de CeCeOO. Los cuellos azules que salen a la calle van contra el gobierno de Arias Navarro, nada más. El sistema Oligocrático está servido en bandeja. Es el momento de Adolfo Suárez y el movimiento obrero domesticado. El Opus dei organiza el movimiento sindical desde las sacristías. Hoy a 2009 vemos más efectos. Es el caso de las investigaciones del llamado “caso Gürtel”. Una empresa que prepara y organiza la campaña electoral del Partido Popular y que cobra de las administraciones. El tesorero del Partido Popular se encuentra implicado. Aunque a nadie sorprende. El meollo del asunto, de la corrupción, está en la financiación de los partidos. Temas tabú y raíz de la oligocracia de partidos. De ahí se desatan graves acusaciones que ponen en tela de juicio el entramado político en el que se monta la restauración borbónica de 1978 y su déficit democrático. Los dirigentes del partido popular se sienten perseguidos por el uso político de la policía y de la fiscalía por parte del gobierno. La derecha acusa la impunidad con la que actúa el gobierno. Sin embargo, supuestamente España, programáticamente, se constituye en un Estado de Derecho; pero las acusaciones que se lanza demuestra que de facto esto no es así. Teoricamente un Estado de Derecho significa que los poderes públicos se encuentran sometidos al Derecho. Pero en el momento en que el Derecho persigue a alguno de los poderes se abre la caja de los truenos. Y se habla de persecución. El secretario del PP Javier Arenas acusa al presidente del Gobierno de “Dictador” y la 2ª del Partido, Maria Dolores de Cospedal, acusa de escuchas ilegales; donde parece ser, hay una desconfianza en las propias instituciones del Estado de Derecho. Queda claro que el régimen político hace aguas en ese momento. Arenas subraya: “Nunca en 30 años de democracia hemos vivido una situación peor de utilización política por parte del Gobierno, de la policía y la fiscalía para agredir al Partido Popular"” y "lo mediático y la absoluta impunidad, con el fiscal de brazos cruzados, ante la filtración de sumarios secretos". Y es que el sistema político de la monarquía parlamentaria de restauración borbónica hay que analizarlo históricamente. Si Cánovas montó la I restauración, Franco y los aperturistas, los opusdeistas y los oportunistas montan la II restauración monárquica. Y el régimen es un régimen de dictadura parlamentaria, como con razón dice el político de la derecha Javier Arenas (parece incorrecto hablar de “político derechista”, como hacían los historiadores con los políticos de la II República), que asesta un duro golpe a la credibilidad del régimen. La derecha está hecha un basilisco, porque advierte que el régimen montado por ella en continuación a la dictadura franquista, no conviene para cuando no tiene el Poder Absoluto; porque lo que ocurre en este régimen de monarquía parlamentaria es que el partido que goza de la mayoría de la cámara goza del Poder Absoluto, porque el sistema adolece de falta de División de Poderes.¿ Entrarán los derechistas al derribo del régimen?. Muy posiblemente no lo hagan, porque el régimen se mueve por la intoxicación informativa y manipulación de los medios de comunicación. Y en eso está el Partido Popular, que espera el turno. Pero el sistema no se sostiene. Porque el problema no es un problema de regeneración democrática. Sino de instauración democrática.---

Historia moderna de España III

Por suerte, a principios del siglo XXI, España es una auténtica sociedad que ha trascendido de la ruralidad. Los propagandistas del régimen político surgido tras la Guerra Civil Española, y conocido como franquismo (Dictadura militar de carácter católico), consideraron mérito suyo paso del país desde una sociedad rural a una sociedad industrial. Las medallas se las pusieron los tecnócratas del Opus: las familias ultracatólicas del régimen. Y organizaron la restauración monarquica-liberal- parlamentaria y oligocrática. Una monarquía surgida del franquismo, tal y como pedían los antiguos monarquicos alfonsinos. Las barbaridades que propalan los políticos, por suerte, ya no son debatidos en los casinos de los pueblos y los que allí andan metidos en politiquerías por tener el Poder. Hay otros métodos mas modernos. En cambio siguen como si nada hubiera cambiado en el cortijo español, solo que se valen de las nuevas tecnologías para hacer esa política de casino decimonónico. Los españoles tampoco son esos braceros que iban de la siega a la siembra, viéndolas venir. Ni van con la boina y las zapatillas de esparto. No es que los métodos empleados por los políticos de la derecha hayan cambiado tanto. Esos siguen, como quien dice, igual. Así lo intuyen algunos comentaristas hablan de una derecha nueva: Así Antonio Gala, en su columna del El mundo escribe: “LA DERECHA española debe plantearse con claridad su supervivencia. El PP es un partido llamado a desaparecer: ha dado bastantes pruebas desde hace mucho tiempo. Es precisa aquí la existencia de una derecha clara, noble, directa y organizada. Desenganchada de una vez de antecedentes casi penales: franquismo, fraguismo, siglas desacreditadas, confusiones heredadas y nombres ya manchados. Una derecha comprensiva, con sus ideales nítidos y nítidamente perseguidos. Con nombres -no muchos, uno sobre todo- que todos conocemos, respetamos y admiramos, a su cabeza. Ni siquiera hace falta expresarlos. Una verdadera democracia ha de ofrecer esa posibilidad a los ciudadanos. Ellos no tienen por qué votar, a pesar de todo, a una gente desgastada y que ha probado sus malos antecedentes y su inutilidad. Quizá resulte extraño que yo pida esta derecha: es una prueba más de su importancia y de su urgencia. En una democracia resulta imprescindible.” Pero eso es difícil, habida cuenta de los antecedentes del régimen político, que algunos periodistas del Opus, como Victoria Prego, vinculan al mérito de la figura del monarca y de Adolfo Suárez. Los intereses económicos y políticos de la oligarquía así han establecido como verdad histórica. Otros comentaristas avezados, sin embargo, desvelan la mentira sobre la que se monta el sistema. La vicepresidenta del gobierno, en comparecencia pública, acusó a Rajoy y a los suyos de tratar de “extender sospechas sobre el Estado de Derecho”. Pero “no hay problema –tranquilizó–; sus estructuras son tan fuertes que soportan sin problemas actitudes tan irresponsables e insensatas como las de los dirigentes del PP” y “solicita a la oposición que vuelva al espíritu institucional y arrime el hombro”. Todo quedará en aguas de borrajas, y tan graves politiquerías quedarán para esa clase política. Es importante que, en todo esto, no pierda el investigador y el observador la perspectiva histórica; el papel del oportunismo político de la tradición española. Es la calidad de que son los demagogos los que copan el Poder. Y que este es, en sí, un fin en sí mismo: como un medio de acceso a un sistema de prebendas. La vieja política que, pese a la modernidad del país, difícilmente desaparecerá. Solo que, no es ocioso repetirlo, la Conferencia Episcopal siempre se encuentra detrás, moviendo los hilos. Los vídeos lanzados por el Partido Popular no son, como pueda parecer, dirigido a la ciudadanía; como tampoco lo son las homilías de los obispos, o sus cartas pastorales. Tienen un destinatario concreto. El método político de cacicatos de este periodo histórico de Restauración monarquica se ha modernizado. Se haya en la desinformación; una paradoja que quizá ni Orwell llegó a imaginar. La desinformación interesada. La transición comenzó como un pacto que no dividiese los poderes del Estado. Pero el sistema a degenerado desde ese Poder en las cúpulas de los partidos, que no se sabe muy bien de donde llega, a la desinformación. Y es que además de los Tribunales, la información es clave a la hora de analizar la actuación política. Y cuando los medios, los periodistas, los editorialistas y los fabricantes de opinión, se alían con los políticos para censurar las críticas, potenciar la demagogia o directamente para defender los intereses partidistas, lo que consiguen es evitar una posible conciencia ciudadana democrática. Es una de las características de la degeneración del régimen. Algunos comentaristas señalan que, los medios responsables de hacer llegar la información a dichos ciudadanos, hacen dejación de funciones y transforman ese servicio y ese derecho, en una pieza clave de la estrategia política de acción de poder. Los ciudadanos pagan por la información, y a cambio se les ofrecen insultos reiterados a su inteligencia

jueves, 13 de agosto de 2009

Historia moderna de España II

En esta tesitura los ataques de político de la derecha Javier Arenas se vuelve furibundo. Se cuelgan tres vídeos el breve espacio de tiempo durante el verano del 2009, sin posibilidad de debate, ni de respuesta, que se hacen llegar a los medios de comunicación. El primero es de Cospedal, número 2 del Partido Popular, el segundo del Presidente de la Generalitat Valenciana – al que precisamente se le ha archivado un caso de corrupción en el cual está imputado y donde hay severas dudas, puesto que existen pruebas de amistad íntima con el Juez que instruye el caso-, y el tercero el de Javier Arenas. En él se vierten acusaciones muy graves sobre el modelo de estado y las garantías del estado de Derecho. Donde advierte: "Sólo en los países no democráticos, en las dictaduras, se persigue a la oposición con fiscales y policías". Sin embargo, no usa los instrumentos del Estado de Derecho para ejercitar tales conculcaciones gravísimas. Las escuchas ilegales o la persecución política parecen acusaciones demasiado graves como para ser lanzadas en vídeo, en un tórrido verano, donde la población ufana, se baña en las playas y en las piscinas o se toma una caña de cerveza. Y eso precisamente se hace desde un partido fundado por el que fuera ministro en una dictadura, Manuel Fraga. El asalto al Estado de Derecho con el que los políticos derechistas están acusando a las instituciones parece irrespirable. El político andaluz acusa incluso de que el presidente del Gobierno está atentando contra el “espíritu de la transición”. Según avezados comentaristas la senda que toma el Partido Popular parece harto incomprensible de crispación, puesto que están atacando de forma manifiesta, y poniendo en duda, el sistema democrático, y el Estado de Derecho. Todo el revuelo llegan por las investigaciones sobre corrupción al PP que llevan las instituciones encargadas por velar dicho estado - Donde el derecho se sitúan por encima de los políticos, y sirve de límite al Poder- : policía y jueces. Parece ser, en último término, que el llamado “pacto de la transición” es un pacto de silencio sobre la corrupción. Un acuerdo entre los partidos y sus Jefes para que se silencie dicha corrupción y solo sea filtrada a la opinión pública aquello que interese, en función de pacto de turno. Un pacto de silencio. La derecha se siente acorralada y siente que el pacto no se cumple. La pregunta no es responder, como hizo Paul Preston en su obra “la destrucción de la democracia en España” al porqué de su destrucción. La pregunta es otra. Existencial. ¿Es posible la democracia en España? Y la respuesta, en opinión del que esto suscribe, y en vista del pasado político de esta nación es pesimista. El futuro es impredecible, pero todo hace parecer que realmente es muy difícil. La sensación es Orweliana. Una democracia donde el juego limpio no existe. Y sin juego limpio, el fair-play, el juego político democrático y liberal no existe. El imperio de la Ley señala: "Nadie será penado por calumnia o injuria sino en virtud de querella de la persona ofendida por el delito o de su representante legal. Se procederá de oficio cuando la ofensa se dirija contra funcionario público, autoridad o agente de la misma sobre hechos pertenecientes al ejercicio de sus cargos" (art 214, párrafo segundo del Código penal). Imperio de la ley que parece derrumbarse, ante tan graves acusaciones. La actuación de la dirección del PP desde que perdieron el poder, por las mentiras masivas de Iraq, del 11-M, del Prestige, de la confabulación contra la derecha en el 11-M y ahora inventándose policías, fiscales y jueces centenares de casos de corrupción convierte al sistema en impolítico. La lucha mediática se encona. De suerte que las ideologías mundiales que sobrevuelan el mundo no son aquellas que había en la década de los 30 del siglo pasado; sino, muy posiblemente la politización sería parangonable. Y una explicación a porqué, efectivamente se destruyó la democracia en España, en el caso de que esta haya sido alguna vez posible. O de suerte que este país ya no es una sociedad rural, ni un cortijo carpetovetónico…pero sin duda, la política se convierte en una farándula de muy mal gusto que hiere a las mejores inteligencias. Muestra es la fotografía de Camps, que recuerdan las caricaturas que hacían los periódicos derechistas de los políticos republicanos. Y es que el sistema político vigente de “Monarquía parlamentaria” es un régimen decimonónico, una democracia de muy baja calidad. En este clima la derecha española se vuelve hecha un basilisco cuando se les señala el hecho incontestable de que son herederos del franquismo y, en último término, de las derechas católicas que hicieron irrespirable la política republicana... pero es que... su forma de comportarse no reuerda a otra cosa.

miércoles, 12 de agosto de 2009

Estado de Derecho, callejón sin salida

Yo no sé si ustedes son conscientes de la gravedad de los hechos que, en materia política, están ocurriendo este verano: la campaña de intoxicación informativa y la denigración del Estado de Derecho. A muchos no nos sorprende, pues ya llevamos un tiempo denunciado el modelo de democracia montado en 1978. Llevamos tiempo señalando que en aquella fecha lo que se firmó fue un pacto provisional entre la clase política que salía de una dictadura confesional y la oposición al régimen,- la que se vendió, no la otra-, que pactó con ellos. Quizá fuese la opción más razonable en aquellos días, pues el búnquer –la derecha franquista más intransigente que ocupaba todos los puestos en la policía, ejército, administración y judicatura – no iba aceptar un cambio de régimen que deslegitimase el 18 de Julio. Además que éstos buscaba acomodo en el régimen naciente. Una “monarquía parlamentaria” era una buena forma: para nada iba a desdecir los primeros decretos que el ejército sublevado en 1936 dictó como en una Restauración monárquica a largo plazo, buscando la unificación de carlistas y alfonsinos. Por otro lado, la ayuda del secretario de estado norteamericano, que veían en la dictadura franquista una parte más de la guerra fría. Era necesario, parece, hacer un lavado de cara al régimen, vender la moto de una "transición" a la democracia, pero no desmontar las oligarquías. Por eso se precisa pactar con los sindicalistas y los políticos más oportunistas, que en vez de optar por "la ruptura", triunfa "la reforma". Pero el resultado de todo eso - y que explica lo que ahora ocurre-, que bien pudo valer como modelo de transición política a la democracia - si es que puede transitar a una democracia desde una dictadura confesional – donde jueces, políticos, militares, periodistas, catedráticos y policías de repente pasan a ser demócratas-cristianos (o humanistas cristianos) de centro, cuando buen acomodo tuvieron en una dictadura nacional-tridentina. A la opinión pública se le lanza la idea de que hay dos tendencias: la reformista y la carquista. Hoy refundida en una. De todo ello nace un modelo político donde la fiscalía es controlada por el gobierno del turno político, en vez de ser, como es preciso en una democracia, un cargo electo por la ciudadanía dentro del sistema judicial, a modo de fiscalías de distrito. Pero resulta que las fiscalías son controladas por los partidos políticos vencedores en las elecciones, en las autonomías, que controla a su fiscal, y en el Estado, que controla al suyo. Así resulta que las fiscalías, que podían ser representación de la división de poderes que precisa toda democracia, como señaló el Masón de Montesquieu, son instrumentos del modelo de partidos vigente que tienen secuestrada la democracia por unos partidos que oscilan entre el franquismo y el oportunismo. Y es que el tinglado montado va a saltar a cada momento. Hay algunos que argumentan que de ese modo la corrupción inevitable ante un sistema donde no hay separación de poderes tiene la virtualidad para servir de “el turno pacífico”. Las acusaciones de grabaciones ilegales son muy graves: pues son una muestra más de que la división de poderes no existe; de que los jueces están politizados y, a la vez, controlados por los partidos políticos. No nos extraña, porque muchos jueces franquistas continuaron en los cargos como si nada; y de un estado sin división de poderes se pasó a otro. Se cambio un poco en nombre a la demarcación y planta judicial, y pasó a hablarse de “Estado de Derecho” como un logro de la transición. Mucho me temo que el cambio de nombre no altera de facto la realidad política que el sistema produjo. Si un juez, un magistrado o un catedrático que vivió en el sistema franquista como si tal cosa y bien acomodado pasa al tribunal constitucional como si tal cosa, llámelo X, pero siempre será un juez franquista. Puede ser la ruptura fuera como poco imposible; pero todo se pilotó de tal forma que lo que ocurre a día de hoy parece un callejón sin salida. Y eso es lo que hay, un callejón sin salida. Se optó por llamar democracia a lo que nunca puede serlo; una transición pilotada por el grupo político más fuerte de la dictadura, el Opus dei, que debilitó al otro grupo fuerte, la falange. El control de la fiscalía y de los tribunales era esencial para que el regímen no cambiase. Y eso es lo que pasa. ¿A quien le estraña lo que pasa? A mi no

martes, 11 de agosto de 2009

Algunas reflexiones sobre la democracia en España

El domingo 9 de Agosto me encontré con una muy interesante edición de El periódico de Extremadura. En su interior había un editorial con el título “Cospedal nos debe una explicación” donde señala unas opiniones que comparto. Calificándo las declaraciones en vídeo de la número 2 del PP como “… una de las ofensivas políticas más detestables de las dos últimas legislaturas, pues pone en cuestión, sin pruebas, toda la arquitectura del Estado de derecho”. Sin lugar a dudas, continua el editorial” …va a tener que afrontar un clamor creciente para que exponga datos que avalen tan graves denuncias” y, añade, “… debería hacer una comparecencia pública en la que expusiera con amplitud los datos que la han llevado a hacer tan espectacular denuncia, que pone en cuestión el entramado democrático.” Pero es que efectivamente, mucho me temo, que todo el entramado democrático en este país está mucho más que en cuestión… y que posiblemente que quien efectivamente lo cuestiona está más cerca de la verdad y de la honestidad. Veámoslo: en el propio diario hay una entrevista a el presidente de la Asociación Nacional de la memoria histórica, donde suscribe interesantes reflexiones, como las siguientes: “ Se habla siempre de un pacto de silencio. Felipe González (…) contó que en el despacho de Adolfo Suárez hubo una reunión en la que el general Gutiérrez Mellado que no tocara ese tema (el de la Memoria Histórica) porque todavía había rescoldos”. Vemos, pues, que la transición a la democracia se realizó a través de un pacto de silencio; silencio sobre asuntos lo suficientemente graves y espinosos sobre los que no se puede asentar una democracia. Así, continua, el silencio favorece a quien cometió las tropelías: “Sin lugar a dudas, el silencio y el miedo, son las herramientas que utilizaron para ocultarse, y mientras siga operando el miedo, ellos continuarán beneficiándose, al no saberse quienes eran, ni que es lo que hicieron. Es una estrategia muy bien hecha, cuando Franco dijo: lo dejó todo atado y muy bien atado. En situaciones como esta se aprecia que el nudo del silencio que hizo la violación y represión de los derechos humanos de su dictadura sigue apretando en muchos sitios de la sociedad española”. Y comenta: “En los pueblos aún hay miedo a hablar de las fosas”. Y apostilla: “Esto es algo fundamental, como ha sido en Alemania y en Argentina”. Y la Iglesia ¿Cómo se ha comportado en todo esto?, responde: “Un poco antes de que se debatiera la Ley de Memoria histórica, hace público un documento en el que dice que no hay que remover el pasado, porque ya nos reconciliamos. Un mes después anuncia la beatificación de 490 mártires del pasado. Entonces: con una mano no hay que remover el pasado y con la otra lo remuevo. Esto es un ejercicio de doble moral (…). Singular es que en esa misma edición hay una entrevista con el Obispo de la Diócesis Coria-Plasencia, en la que aparece fotografiado en mangas de camisa y con los símbolos del sacerdocio, una gran cruz de oro y el collarín, donde dice: “ Nosotros creemos que es necesario que se potencien colegios como el Diocesano y el del Sagrado Corazón. Es un derecho de los podres poder elegir una educación religiosa para los hijos”. Opinión que no comparto: todos los padres tienen derecho a dar una educación religiosa a sus hijos en sus casas, en las Iglesias y en las catequesis. Somos el resto de ciudadanos el que tenemos el derecho a que todos los ciudadanos sean educados en unos mínimos principios de convivencia democrática, que solo la escuela pública y laica puede dar; y solo puede darla este tipo de escuela en base al siguiente razonamiento: porque parte del principio de que la escuela pública no tiene el monopolio de la verdad moral y científica, como creen poseer todas y cada una de las religiones, sin excepción, - desde los cristianos, a los calvinistas, a los islamistas, los anabaptistas, los mormones, o los evangelistas…- si cada uno de ellos quisiera imponer el derecho de los padres a que los padres que procesen sus religiones solo llevasen sus hijos a sus colegios, aviada iba la ciudadanía y la democracia. Pero aviados vamos. Con la Iglesia hemos topado, que dijo Don Quijote a Sancho en las noches del Toboso, mientras buscaban a Dulcinea. Si unimos las declaraciones de la señora Cospedal, al pacto de silencio y al ignominioso miedo ante la política dentro de la ciudadanía a causa de la GCE, y, tres, la postura de la Iglesia, como el demiurgo que se esconde sin tapujos detrás de todo el tinglado, tenemos el porqué de muchas de las cosas. Que la Monarquía y la Iglesia Católica, en este país, van dados de la mano. Y, por la experiencia continental, donde hay Monarquía y hay Iglesia Católica, no hay democracia. Ni puede haberla. Es un hecho incontestable que la Dictadura de Franco, de caracter teocrático, no puede cumplir el papel de los niveladores en Inglaterra, como antencedente de una democracia en este país.

viernes, 7 de agosto de 2009

Estado de Derecho y la señora Cospedal

Al partido popular se le llena la boca cada vez que habla de Estado de Derecho, como un ente abstracto al que todos pertenecemos y que legitima nuestra democracia –una monarquía parlamentaria- y para que quede de cara a la galería. España se constituye en un estado de derecho, afirma programáticamente la constitución española de 1978, documento otorgado por la clase política en su día. Y la ciudadanía, no nos queda otra, debemos creer que eso es así. Sin embargo, a las primeras de cambio, esa clase política nos demuestra, una y otra vez, que eso del Estado de Derecho es una milonga. Empezando, a día de hoy, por la número 2 del partido, que cuelga un vídeo acusando de un delito de escuchas ilegales que se hacen a dirigentes de su partido. Con esa acusación mete en el ajo a todos los aparatos del estado: Judicatura, gobierno, cuerpo de policía. Además, el Estado de Derecho le ofrece las posibilidades de ejercer acciones para denunciar en el lugar oportuno – que no es un vídeo grabado – tales acusaciones. Lo que ocurre es que no deben confiar mucho en el Estado de Derecho; y, por experiencia en los aparatos del Estado, saben a buena ciencia cierta que eso de Estado de Derecho queda muy bien para cuando se lee en la Constitución o se usa como palabra comodín. Pero deben haber subvertido su significado, y no les parece que eso de Estado de Derecho les importe mucho, porque cada vez que existe una oportunidad, dan muestras de que ese grupo nominal son palabros vacíos de contenido. No será más bien que no hay un estado de Derecho, y que todo parece, más bien un estado de Derecha, bien atado en su día por la clase política del momento, que de el Movimiento transitó a la democracia. Otra buena. El gobierno haría bien en plantear la correspondiente reclamación por injurias. Dudo que lo haga. Ambos partidos saben que eso del Estado de Derecho es una milonga que quiere hacer creer a los menos avisados. Buenas muestras nos dan. El vídeo de la señora Gospedal es una de ella. El llamamiento a la responsabilidad del Gobierno otra. Mejor nos hubiera valido una buena querella por injurias, habida cuenta de que la señora Gospedal hace tremendas acusaciones sin haber iniciado las acciones legales correspondientes, si tiene conocimiento que jueces, o los cuerpos de seguridad del estado han realizado o autorizado escuchas ilegales en todo un contubernio con el PSOE. Si no se ha hecho así, más le valiera que se hubiera callado: ha puesto en tela de juicio todo el Estado de Derecho. Esa milonga. No les debe quedar claro, como nos parece a muchos, que llamar a esto Estado de Derecho, es como decir que los Pirineos están en las chimbanbas, en la peninsula del Yucatan. Pero hay gente que se lo cree y todo. Bien atado hubo de quedar todo en su día, para que los golpes de la pandereta española suenen dia sí y dia también. Ahora la moda es colgar vídeos. Vaya una caída. Y que buena prueba para acusarla por un delito de injurias si no ha puesto con antelación la correspondiente denuncia aportando las pruebas pertienentes. Aunque no hace falta que las presente: la creemos. En este país no existe Estado de Derecho.
CASO GÜRTEL
El caso Gürtel y la trama de regalos a políticos por empresas montadas al socaire de las administraciones públicas (y de los partidos políticos), el carpetazo dado por el tribunal valenciano – a propuesta de un magistrado que no se inhibe, pese a que es de sobra conocida y reconocida la amistad entre el político valenciano y éste-, y las fiscalías dirigidas por los gobiernos, son una muestra más –otro ejemplo- de la pandereta política española. La ausencia de división de poderes y, por tanto, de democracia efectiva. El caso valenciano clama al cielo, de cómo los dineros públicos han ido a financiar actuaciones en esa comunidad, donde no son ajenos yernos de expresidentes que lucen palmito, organizan copas Américas y donde el dinero fluye como en el champagne rosado en la primera clase de los antiguos trasatlánticos que cruzaban los mares. Los de siempre, los que iban a pescar y a cazar la albufera, con sus grandes meriendas, y sombrero de fieltro y traje blanco de la burguesía política, y ociosa, que buenas merendolas de patos y aves en pepitoria se zampaban, siguen ocupando los mismos puestos de antaño; solo que ahora son sus nietos. El presidente, el político, el juez, los trajes caros, las embarcaciones en vela, los dineros de la fórmula 1, y la caterva de familias y oligarquías que se suceden en el Poder. Que qué podemos hacer los demás. Nada. El sistema está montado para que esto sea así…