lunes, 8 de junio de 2009

Análisis del resultado electoral: derrota de la ciudadanía, derrota de Europa.

Habla Victor Ureña en los blogs del ABC de “Victoria popular”. En Europa la derrota de los partidos socialdemócratas ha sido patente, y merece una discusión y análisis con mayor profundidad. Yo hablaría, mejor, como "derrota de Europa". Ahora bien, empecemos por España ¿Qué ha pasado en España? Veamos. A la derecha: Nº de Escaños en el parlamento europeo, 23. A la izquierda: PSOE, 21. IU, 2, Los verdes, 1. Total: 24, con mayor número de votantes de izquierda. Los partidos nacionalistas periféricos: 2 y el partido nacionalista español que, analizándolo bien, oposita a ellos por disensión política a los otros dos macro partidos nacionalistas españoles, PP y PSOE, 1. Siempre los resultados electorales hay que cogerlos con pinzas, porque muchas veces tienen que ver con el “sistema electoral” que convierte el voto el escaño, así como en la forma de presentarse a las elecciones y las coaliciones a ellas. Este resultado en votos ¿Cómo se repartiría en escaños en el Parlamento español?, muy posiblemente llevaría a una mayoría absoluta del PP, pese a que partidos de izquierda han obtenido mayor número de votos. ¿A que se debe ésto? A que la Ley Dhont se pensó, desde dentro del franquismo, para el reparto de Poder entre la camarilla de los Jefes de Partido; sé pensó en 4 partidos más los nacionalistas periféricos católicos (PNV) y conservadores (CIU), con el objeto de hacer gobernable la nación, en una oligarquía de Poder en esos partidos y sus Jefes, controlados por los intereses oligárquicos que detrás de ellos se encuentran. Y el Rey como moderador de esos 6 “políticos” de la clase política. Cuando se impuso la Ley Dhont, que es anterior a la constitución española, y la que realmente reparte las cuotas de poder, los partidos, como digo, en los que se pensó eran cuatro: AP, con los nostálgicos, algunos continuistas, y reformistas franquistas; el CDS, como partido de reformistas franquistas; el PSOE que se organiza ad hoc desde dentro de España con socialistas e izquierda reformista, y el PCE, que acepta el sistema, pasa por la reforma y no por la ruptura. En ese sistema se gesta la unión de AP y CDS, y, como señala Álvarez Cascos, que dice, “a la derecha de mí no hay nadie” es significativo, y se refunda la derecha como Partido Popular, en rememoración a las derechas católicas locales y regionales, de acción popular, y que quisieron llamarse acción nacional. De ese modo se unen los reformistas, continuistas del franquismo, con objeto de aunar fuerzas electorales a los efectos de Ley Dhont. A día de hoy, en estas elecciones europeas, el voto ha quedado, una vez más, dividido en dos grandes bloques y en dos Españas territoriales, con un resultado electoral parejo, en un mapa que en este país tiene historia. Lo de menos ha sido en todo esto ha sido Europa. Se ha votado por anulación; con el objeto de anular, y ha hecho que la participación de los acérrimos políticos no haya bajado. El PP como el remedo del franquismo sociológico, y la izquierda en tres grupos PSOE, IU y los verdes, que obtienen Han votado todos los que tenían que votar. Ahora bien, es eso ¿expresión de lo que piensa la gente? ¿Por qué la mitad de los que tienen derecho al voto no participan? Los motivos son muchos y variados; pero desde luego esa gente que no ha votado tienen valores y juicios morales sobre cómo deben ser las cosas. Tienen una opinión. Valores importantes que son también política. Han votado los que tenían que votar, repetimos. Ahora bien ¿Qué piensa la gente? La gente ve la política como un lugar de la confrontación; de que se vota por anulación, que es lo que ha sido el voto en estas elecciones. Sigo pensando que los déficit de educación democrática, política, moral y cívica en este país; secuestrado por el miedo a la libertad política y por unos ponzoñosos vicios. Nada tiene que ver lo ocurrido en España en estas elecciones con lo ocurrido en Europa. El asunto, aquí, ha sido interno, y Europa se ha pasado por los forros. Ese motivo, el de pasarse Europa por los forros, es el que ha influido en las elecciones europeas en el resto del continente, pero en motivos diferentes a los de aquí: por eso en Europa se ha votado a las derechas, y a la extrema derecha, que tienen un sentido “nacional” de mayor sentido. Y es que no lo olvidemos, la Europa se crea a raíz de la socialdemocracia: una Europa Keynesiana de Estado interventor en una economía capitalista. Ese modelo, por anticuado, llegó a la crisis de la doctrina neoliberal; y la socialdemocracia obtuvo escasos resultados en su oposición; pactó con el capitalismo. Y, al fin, el pacto le ha salido rana. Los países se han escorado por más nación, y menos Europa. En España la cosa ha sido muy diferente, como digo. Ha sido sin duda la ciudadanía, en mayor sentido democrático del término la que ha salido perjudicada; en un sistema político y democracia secuestrada por los partidos políticos. Este país lo que necesita es regeneración democrática. O más que eso. Necesita democracia. Si en cada pueblo hay una Iglesia, puede haber política, pero nunca democracia.

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