domingo, 24 de agosto de 2008

Beatos intransigentes



Ahora sale la beatería intransigente con un nuevo argumento. Quieren imponer las normas del rebaño, no se si decir borregos, al prójimo, mientras, nosotros, los laicistas – que tampoco quiere no decir cristanos- pretendemos que cada cual viva como según sus convicciones le dicten, religiosas o no, y van, y dicen, que les insultamos cuando les llamamos “beatos” y les decimos “intransigentes”. Estos señores fariseos, hipócritas de la mala baba, gentuza se pone de uñas han desoído el mandato divino que Jesús dejó en las Bienaventuranzas. Se molestan porque les llamamos intransigentes y beatos, y no se dan cuenta que ellos son los mismismos fariseos a los que Jesús lanzó duras palabras: ¡ Ay, de vosotros fariseos hipócritas, que recorréis tierra y mar para hacer un prosélito; y, una vez conseguido, lo hacéis dos veces más digno del infierno que vosotros! . ¡Desdichados, perdidos, ciegos! La putrefacción de vuestras almas, encenegadas de cuantos vicios y maldades desdoran al linaje humano, sale de vuestras bocas con toda esa inmundicia que habláis, haciendo política desde lo púlpitos, desde las radios, y corrompe hasta el ambiente que os rodea. Pero aún tenéis tiempo para enmendaros, que ni aún los inicuos empedernidos como vosotros están cerrados a los caminos del arrepentimiento, ni secas las fuentes del perdón. No os descuidéis, no, que el daño de vuestras almas es grande y profundo. Aborreced la iniquidad que os rodea, ¡falsos! ¡Mentirosos! ¡Beatos intransigentes!, Sabed que el que expiró en la Cruz soportó afrentas y dolores, dio su sangre y su vida por redimiros del mal…Porque el sufrió y murió por gentes como Vosotros ¡falsos! ¡Mentirosos! ¡Beatos intransigentes! ¡Curas, clérigos! ¡Dejad la política para los ciudadanos! Y así, quizá, exculparéis vuestros pecados. Pero no, no lo haréis, queréis acariciar el Poder; os gusta la pompa, os gusta el boato: os gusta imponer vuestras convicciones a los ciudadanos. ¡Hipócritas! Ahora decís que os insultamos, beatos intransigentes, ¡fariseos!, ¡No habéis entendido aún que la política es de los ciudadanos! ¡Sacerdotes de la mala baba! y buscaréis la beatificación por mártires. No, vivid como queráis, beatos intransigentes e hipócritas. Os molesta que la Iglesia no esté en el Estado, en la escuela: queréis tener representación en ella. Queréis imponer vuestra manera de ver el mundo a los demás, por ley y SÍ: os llamamos “beatos intransigentes”… porque es lo que sois: No comprendéis que vuestro reino no es de este mundo y os metéis a hacer política: misión que no os corresponde ¡fariseos! ¡arderéis en las llamas del infierno por vuestros pecados!... A Dios.

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