lunes, 14 de abril de 2008

Pizarro y la moral del directivo


Pizarro-El PP-Los popes económicos no pueden decir a las claras cuales son sus verdaderas intenciones socio-políticas-económicas. Éstas consisten, esencialmente, en lanzar mensajes de que las crisis son causa de los desorbitados gastos del Estado para mantener el Estado de Bienestar y acometer su desmantelamiento de una manera soterrada mientras están en el Poder, haciendo disminuir su calidad, con el objeto de que los directivos, los hombres de negocios, acaparen el lugar de los servidores públicos (Ejemplo: la Comunidad de Madrid). El fracaso de Pizarro de la otra noche en el debate consistió en eso, el “hombre de negocios” se enfrentó al “servidor público” (paradójicamente, Pizarro, como el presidente de la CEOE, o el ex presidente Aznar, son funcionarios públicos en excedencia ¿?); esto es “la moral colectiva del bien común”, que es lo que representa el político, frente “la moral de directivo, la del hombre de negocios”: la moral del interés privado, la de Radio Intereconomía. La historia económica nos ha enseñado que la moral del privado ha estado vinculada en mayor medida a las crisis económicas (crack del 29, por ejemplo) que a los desarrollos en la vida colectiva. La técnica neo-liberal en lo económico, sustentada en la filosofía Calvinista del hombre hecho a sí mismo – y nadie duda de que el señor Pizarro lo sea- contrasta con el prototipo de empresario Español, que se basa más un 80 % de la suerte en los negocios emprendidos, que de sus habilidades o capacidades. Esto se suma a una experiencia de 50 años de funcionarios afectos a un régimen dictatorial: efecto derivado: Telemadrid y TVE de Urdaci. Televisiones públicas intervenidas de una manera exasperante. Televisiones donde se cuenta la realidad que interesa al Pope, al hombre de negocios para que su partido (el que desmantela los servicios públicos) gane las elecciones: Ejemplo, la Comunidad de Madrid de Esperanza Aguirre, el Madrid de Ana Botella, un Madrid de cristal, cemento y hormigón que se cree rico… los pobres. No dudo de que el Partido Popular tenga una base social que debe ser respetada a más no poder, pero también es de justicia que esa base social sepa quien es realmente el partido a quien votan; y es que esta base social suele desconocer quienes son y que plantean de verdad en materia económica, no sus dirigentes, sino sus popes y que efectos suelen tener sobre toda la población, sin intervención de medios de comunicación poderosos; Un sistema educativo que haga a las personas con independencia de criterio se hace cada vez más necesario. La rémora del sistema escolar franquista es aún alargada. España necesita otro tipo de partido democristiano: un partido que no se achante de ser lo que es y que, a las claras, diga lo que piensa. Esas “ideas claras” de las que Pizarro si tiene, pero que no las enumeró en el debate, no por bisoñez, sino por falta redaños

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